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Nuevos conocimientos para el mejor uso de la tierra

07 de Octubre 2013

En ganadería tropical se puede lograr una mayor oferta de alimento de calidad con Bancos de Forraje Mixtos (BMF) de botón de oro, matarratón y leucaena

Cuando los costos de los insumos, el transporte y la mano de obra se elevan, y se mantiene o se reduce el precio de los productos ganaderos, se hace prioritario contar con recursos alimenticios de mejor calidad.

Una respuesta a esta necesidad son los Bancos Forrajeros Mixtos (BFM), que son una solución que hoy está disponible gracias a una alianza entre FEDEGAN y la Fundación CIPAV, en la que se pasó de la investigación participativa a la expansión de BFM en diferentes regiones del país, en los últimos cuatro años.

Los BFM permiten aprovechar los recursos locales, producir importante biomasa de calidad a relativo bajo costo y minimizar los efectos de las épocas críticas como pueden ser las sequias o para aumentar la carga animal del sistema ganadero. Como desventaja se reconoce la demanda de mano de obra, lo cual limita su expansión a áreas mayores y la necesidad de reciclaje de nutrientes que debe ser realizado por los productores a diferencia de la mayoría de las áreas de pastoreo.

Los sistemas agroforestales pecuarios

En las regiones tropicales la combinación de diversos cultivos con árboles o arbustos en el tiempo y el espacio puede ser infinita y es posible que se ajuste a cada entorno biofísico. Técnicamente denominados Sistemas Agroforestales Pecuarios.

Los BFM son entonces sistemas agroforestales para corte y acarreo, que se caracterizan por ser cultivos intensivos de forrajes arbustivos y/o herbáceos de alta calidad nutricional, generalmente localizados cerca de las instalaciones de los animales (establos, corrales, pesebreras).

Por el tipo de plantas, su densidad y manejo, están diseñados para maximizar la producción forrajera en un área determinada. Pueden ser cortados, acarreados y suministrados a los animales frescos, ensilados o deshidratados (harinas de follaje) durante las épocas críticas de los pastos, o también durante todo el año. Casi siempre son áreas pequeñas (entre 1 y 5% del área destinada a ganadería).

Los BFM varían según sus componentes y su diversidad desde una sola especie arbustiva y una gramínea hasta más de 30 especies en los sistemas más complejos que involucran cultivos para la seguridad alimentaria campesina combinados con gramíneas para corte, leguminosas rastreras, arvenses nobles y no tóxicas; también palmas, arbustos y árboles de follaje. En terrenos de elevada pendiente son ideales para reducir la erosión y compactación que causa el ganado.

Lo que tenemos

Gracias a la investigación de CIPAV y de estos convenios, Colombia dispone de conocimientos en plantas como leucaena Leucaena leucocephala; botón de oro Tithonia diversifolia; matarratón Gliricidia sepium; nacedero, aro o cajeto Trichanthera gigantea, cachimbo Erythrina poeppigiana; písamo o búcare(o) Erythrina fusca; morera Morus alba; veranera Cratylia argentea; guácimo Guazuma ulmifolia; totumo Crescentia cujete; bore Xanthosoma sagittifolium; cayeno o pinocho Malvaviscus penduliflorus; ramio Boehmeria nivea; ramón Brosimum alicastrum; melina Gmelina arborea y tilo Sambucus peruviana (S nigra).

De estas plantas se conoce su potencial productivo, los rangos adaptativos, y la forma de propagación, y se puede seleccionar con seguridad en las diferentes especies para muchos contextos ganaderos.

Cuando estos cultivos son conformados sin gramíneas se denominan “Bancos de Proteína”. Cuando son mixtos en grupos de especies, emplean además cultivos de gramíneas para corte como la caña de azúcar, maíz, sorgo forrajero, pastos de corte (como elefante, Taiwan, morado, King-grass, imperial, mombaza Panicum y plátano en diferentes variedades e híbridos. Estas plantas producen biomasa rica en azúcares solubles y fibra.