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Las matemáticas del socialismo

Por - 23 de Mayo 2018

A propósito del futuro económico del país, que se define el próximo domingo, realicé un elemental ejercicio matemático que el grueso de las personas no realiza para fundamentar sus decisiones, y, por el contrario, las hace sobre posturas con visos sociales y aparentemente filosóficas, que contienen más cargas de emoción y de populismo que sustento real.

Inicialmente vale la pena expresar que la riqueza es finita, pues los factores de producción tierra, capital y mano de obra, así lo son. La pobreza por el contrario, es infinita. Solo basta ver el ejemplo de Venezuela para entender la inmensidad de miseria que ha producido y que aún no encuentra límite. Lo que propone el socialismo como estructura económica puede plantearse de la siguiente manera:   De acuerdo al DANE, el Producto Interno Bruto –PIB– de Colombia, en cifras corrientes, para 2017 terminó en 913 billones de pesos. La misma institución estimó para el año anterior una población de 49,8 millones de habitantes. Si se repartiera en proporciones iguales la riqueza producida por el país, su PIB, a cada colombiano le correspondería la suma de 18,3 millones de pesos.   Así mismo, el avaluó catastral establece que Colombia, en sus zonas urbanas y rurales, tiene un precio de 1.168 billones de pesos. Si repartiéramos la tierra y bienes inmuebles entre todos los habitantes, a cada colombiano le correspondería 23,4 millones de pesos (poco más de 2 hectáreas). Igualmente, si tomáramos los demás activos fijos como maquinaria, equipo de transporte y demás, y se dividiera en partes semejantes, a cada colombiano le correspondería la suma de 8,4 millones de pesos.   Si a lo anterior le agregamos el Presupuesto Nacional de 2017, que alcanzó los 224 billones de pesos, y lo repartiéramos entre todos, a cada nacional le correspondería 4,5 millones de pesos más.   En total, dividiendo el país productivo y su riqueza para fomentar la “igualdad” que propone el socialismo, le correspondería a cada habitante la suma de 54,7 millones de pesos por una sola y única vez.   Así cada colombiano tendría 2,3 hectáreas de tierra por persona, de las 114 millones que tiene el país (productivas e improductivas), y tal vez una pequeña habitación de vivienda.   El problema es que bajo este sistema cada colombiano no tendría posibilidad alguna para adquirir crédito, capital, maquinaría o insumos para la producción, pues todo fue repartido “igualitariamente”.   Los bienes de consumo y la producción interna se van reduciendo, al igual que el empleo y el ingreso de las personas, como ocurre en nuestro hermano país.   En ese escenario se importarían productos (el problema es que no tenemos petróleo) y entonces los 54,7 millones de pesos alcanzarían para la supervivencia durante 70 meses –que es el tiempo de dicha que alcanzaría el socialismo– de acuerdo al salario mínimo mensual.   Serían 70 meses destruyendo riqueza mes por mes, pues la riqueza es finita. 54 millones de pesos por persona, pero sin que alguien invierta en bienes públicos pues el Presupuesto Nacional fue repartido en partes idénticas para fomentar la “igualdad”.   Repartir la riqueza -de la forma populista e “igualitaria” que propone ese socialismo- solo lleva a la ruina. Piense en Venezuela.   Al contrario, la riqueza siendo finita puede repartirse mejor a través de sus efectos multiplicadores. Para ello necesita un entorno favorable de inversión y no hablar de expropiación; generación de empleos de calidad y no entrega indiscriminada de subsidios –que no fomentan el trabajo pero si la miseria y pérdida de dignidad que da la gratuidad–; gasto público eficiente en bienes públicos y formación de capacidades. Usted decide.