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Piense como ellas... y en ellas... La leche se puede “evaporar” en la vaca

Por Mariana Navarro Sanint - 24 de Abril 2018

¿Ha visto alguna vez lo rápido que la leche hierve y se riega sobre las hornillas cuando usted deja de mirarla? ¿Ha visto el desastre en la estufa y ha medido cuanta se pierde? Con la vaca puede estar pasando lo mismo sin que usted lo note.

La leche es alrededor del 87 % agua. Siendo ese preciado líquido el componente principal que usted vende, hay que tratarlo como es: fundamental para el negocio.   El cuerpo de cualquier individuo, incluyendo su vaca productora de leche, necesita agua para cualquiera de sus funciones biológicas. No es el caso pensar en evitarle las actividades que consumen agua, le tendría que regular hasta la respiración. La clave está en no exigirle más de lo imprescindible y disminuir las necesidades fisiológicas del agua en la medida de lo posible.   “El agua debe ir al ganado y no el ganado al agua”. ¿Lo ha escuchado o leido alguna vez? Cuando se habla de llevar el agua a las vacas y no las vacas al agua, yo he visto como la calculadora empieza a dar vueltas en la cabeza de quienes miden el costo de la manguera, el tanque y la mano de obra. Esta perfecto, una producción de leche es una empresa que debe tener claras sus finanzas y reconocer hasta donde puede invertir y cuanto puede gastar. ¿Usted ha calculado cuanto pierde si no hace alguna inversión para llevarle el agua a sus vacas?   El agua es necesaria para procesos de vida como la digestión, el metabolismo y el transporte de los nutrientes, para la eliminación de los desechos de los procesos corporales, para la regulación de la temperatura, el balance de los fluidos, y en caso de que su vaca esté preñada es además necesaria para el medio acuoso donde se desarrolla el feto. El agua es también una fuente importante de minerales.   La forma como el cuerpo obtiene agua es por medio de vías metabólicas, por los alimentos o por la ingestión directa del líquido. Los bovinos tienen una baja producción de agua por vía metabólica, por lo tanto es de mayor importancia la disponibilidad del agua en condiciones limpias y abundantes.   Para producir un (1) litro de leche es necesario que circulen entre 400 y 500 litros de sangre por la ubre. La sangre es un tejido corporal compuesto por un 80% de agua, con algunas variaciones según la edad, el peso, la producción, etc. Por cada litro de leche producido una vaca debe beber entre 1lt y 1.3lts adicionales al agua necesaria para copar sus requerimientos.   El consumo de agua de un animal para sus requerimientos sin estar en lactancia es de entre 3 a 5lts por kilogramo de materia seca consumida. Por supuesto que una vaca que se alimente de forraje verde obtendrá una buena parte de esa agua del forraje y la demanda será mayor en los casos donde se les da una gran ración de alimentos deshidratados. ¿Será que es importante que tomen agua para que puedan expresar su potencial en la producción de leche?   Una vaca que tiene que buscar el agua, tomarla sucia, o, peor aún, no encontrarla, sufrirá bastante. La primera consecuencia será la disminución de la leche por todos los factores que se afectan ante la baja disponibilidad de este líquido. ¿Usted quiere comer cuando tiene sed? ¿Le provoca algo de sal cuando esta sediento? Esa vaca que tomó menos agua seguramente comió menos y además se abstuvo de probar la sal en la que usted está suplementando los minerales que le hacen falta.   El consumo de agua de mala calidad disminuye el apetito y puede acarrear además problemas digestivos, disminución en el estado corporal de sus vacas, y una alteración en la reproducción.   La temperatura del agua también influye en el consumo. Aunque la temperatura ideal debe estar entre 17°C y 28°C, se ha demostrado que el agua fría (10°C) en situación de estrés calórico tiene resultados benéficos para los animales. No esta de más, en los lugares de mucho calor, pensar en una sombra o alguna otra forma de mantener el agua fresca.   Si decide cambiar sus aljibes por bebederos de agua limpia, por experiencia, le puedo decir que va a disfrutar viendo a sus vacas visitando los bebederos con gusto y pensando en que eso se convierte en leche y en bienestar.   Sírvale el agua a sus vacas, como a usted le gusta tomarla: limpia y fresca.   Mariana Navarro Sanint, Médico Veterinario Zootecnista. Universidad Tecnológica de Pereira [email protected]