Venta de Friogán podría crear actor dominante en la industria cárnica

Así lo advirtió José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, quien señaló que el nuevo conglomerado tendría una capacidad instalada de entre el 30 y 40 % del volumen del sacrificio bovino del país.   A raíz de la publicación de un artículo en el diario El Tiempo, en el que se anuncia la inminente venta de los activos de Friogán S.A a un potencial inversionista del sector cárnico, el dirigente decidió enviar una carta a los representantes legales y directivos de todos los gremios ganaderos afiliados a la Federación para llamar su atención sobre dicha situación.   Se menciona que estarían interesados en la venta la multinacional Minerva Foods y el Frigorífico Guadalupe (Efegé) y su filial Carnes y Embutidos de Colombia (CEC), dando a estas últimas la primera opción porque según el medio “ya cuentan con el aval de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), pues al integrarse las 3 unidades no superarían el 20 % de participación de mercado”. (Lea: Desmienten que Friogán vaya a tener que vender bienes por liquidación)   Lafaurie Rivera destaca que en el momento que Friogán decidió acogerse a la Ley 1116 de 2006 ante la Superintendencia de Sociedades contaba con una capacidad instalada en las 5 plantas de sacrificio ubicadas en Corozal, La Dorada, Villavicencio, Valparaíso y San Cayetano de 82 mil sacrificios mensuales en doble turno.   “Lo anterior quiere decir que cuenta con una participación potencial del 25 % del mercado nacional de sacrificio de ganado, que para el año pasado fue de 3,9 millones de cabezas”, detalló.   Lo anterior evidencia que contrario a lo que señala El Tiempo en su artículo, no es cierto que al darse una eventual integración de Friogán con otro de los actores señalados el nuevo conglomerado mantenga una participación inferior al 20 % del mercado.   “Todo lo contrario, estaríamos frente a un nuevo actor dominante de la industria cárnica que fácilmente alcanzaría, de entrada, una capacidad instalada de entre el 30 % y el 40 % del volumen de sacrificio bovino en Colombia”, denunció el presidente ejecutivo de Fedegán.   El líder del gremio cúpula de la ganadería hizo hincapié también en el hecho de que desde su creación Friogán obedeció siempre políticas públicas impartidas por el Gobierno e instrumentalizadas por el Fondo Nacional del Ganado, FNG, las cuales protegían de manera prioritaria al ganadero. (Lea: Superintendencia ordena liquidación judicial de Friogán)   En su opinión, lo anterior quería en entredicho frente al nuevo gigante que llegaría al mercado, con intereses exclusivamente privados y empresariales que no son necesariamente los mismos que los del ganadero.   “Basta ver lo que sucede con frecuencia y con grave afectación para los productores de leche en su relación asimétrica con una poderosa industria láctea que impone precios, condiciones de acopio y saturación del mercado con leches baratas que, cuando a ellos les interesa, traen en cantidades exageradas sin importar la quiebra de muchos lecheros”, expresó en su carta.   Por estas razones, sostiene que algo similar podría ocurrir con una industria de sacrificio y procesamiento cárnico altamente concentrada en un actor privado que anteponga sus intereses empresariales a los legítimos del productor primario.   Aprovechó Lafaurie Rivera para llamar la atención sobre el riesgo de la venta de Friogán en las condiciones “opacas” en las que se está adelantando: sin tener en cuenta la opinión de sus propietarios legítimos, sin condiciones transparentes para presentar ofertas y a un precio artificialmente bajo que no refleja el valor de sus activos.   “Quiero llamar de manera especial su atención para que como dirigentes gremiales que hemos construido juntos un importante patrimonio sectorial no veamos pasar estos graves hechos de manera inadvertida”, manifestó. (Lea: La familia Baroody, interesada en adquirir las 5 plantas de Friogán)   La carta finaliza resaltando que existe un deber cívico para evitar que dicha decisión se tome detrás de un escritorio en Bogotá, sino que antes por el contrario se realice de manera pública, transparente y escuchando a los ganaderos dirigentes de las distintas regiones de Colombia.