leche, puerto salgar, no tienen quien les compre, Alquería cerro acopio, Celema no bonifica, queserias  compran, noticias de ganadería colombiana, CONtexto Ganadero
Foto: CONtexto Ganadero.

Cargando...

Ganaderos de Puerto Salgar no tienen quién les compre la leche

Por - 18 de Septiembre 2017

Ganaderos en esta región del país han realizado inversiones en genética y dicen que cada vez los acopiadores les pagan menos por su leche. Dicen que se inventan falsedades para pagar menos precio.


Ganaderos en esta región del país han realizado inversiones en genética y dicen que cada vez los acopiadores les pagan menos por su leche. Dicen que se inventan falsedades para pagar menos precio.   Los ganaderos de Puerto Salgar y de sus alrededores, no tienen quién les compre la leche, debido a que el centro de acopio de Alquería les informó que cerraría el 30 de septiembre de 2017 por motivos de reorganización de la compañía.   Es un centro de acopio de gran capacidad que en alguna época adquiría 25 mil litros de leche diarios, pero que poco a poco ha venido reduciendo esa cifra. “Actualmente compra 9.000 litros de leche al día”, dijo Ramiro Camacho, miembro de la junta directiva de Dignidad Agropecuaria. (Lea: Alquería cerrará centro de acopio en Puerto Salgar)   Fernando Ruzinke, de la finca El Tesoro que se ubica en la vereda Pedrales a siete kilómetros de la Dorada, manifiesta su incertidumbre porque no tiene quién le compre la leche a partir del primero de octubre de 2017.   Igual situación vive Wilson Redondo, también ganadero de la misma región.     El  acopio de la Central Lechera de Manizales   Según Camacho, en la región existe otro centro de acopio llamado Celema, Central Lechera de Manizales cuya capacidad es de 17 mil litros y también hay 2 quesilleras llamadas: Valle Verde y Lácteos El Dorado.   “Hay una asociación de lecheros de dos veredas de Caparrapí, y comentan que siempre han tratado de mejorar su producto, pero denuncian maltrato de Celema, quien aduce que la leche tiene adición de agua, y eso es falso”, afirmó.   “No les pagan frío y nunca los bonifican”, dijo Camacho. (Lea: Alquería le está cobrando el transporte de la leche a los productores de Caparrapí)   El Tesoro   Fernando Ruzinke lleva toda la vida viviendo en la región. Su abuelo le enseñó el negocio y desde hace 20 años se dedicó por completo a producir leche.   Actualmente tiene 20 vacas de raza girolando, gyr y holstein y su objetivo es invertir en genética para que le produzcan más leche.   “Hace 20 años tenía 35 vacas que producían poca leche. Actualmente tengo menos pero son más eficientes y eso se hace mejorando genética”, señaló.   Produce 2.000 litros de leche al mes, es decir, 65 o 70 litros diarios. Ordeña una sola vez al día, temprano en la mañana y esto lo hace en razón a que no posee esquemas de frío.   Hace 10 años le pagaban el precio del litro a $820 y actualmente es de $935.   Alimenta sus vacas con pastoreo y  hasta hace poco les suministraba concentrado en el ordeño, pero los altos costos de este producto lo obligaron a abandonarlo.     Mata de Agua   Similar inquietud, por no tener quién le compre la leche a partir del primero de octubre, manifestó Wilson Redondo de la finca Mata de Agua, también de Puerto Salgar.   Este ganadero produce 5.000 litros de leche al mes, es decir, 160 diarios, informó que los colegas están sacando su leche y la venden cruda en los pueblos por que obtienen mejor precio. “En el acopio les pagaban a $850 el litro y ahora la venden a $1.300”, explicó.   Redondo, es propietario de una ganadería doble propósito que ha orientado más a la producción de leche que de carne, porque la situación lo ha llevado a buscar todo el tiempo los recursos para sostener los gastos de su negocio.   También ha hecho inversiones en mejoramiento genético, pero su esfuerzo no se ve compensado en el precio. Dijo que en 2015 le pagaban el litro a $830 y en 2017 está a $850, es decir, que en los  últimos dos años le ha subido solo $20 pesos el litro. (Lea: Precio de leche al productor no ha subido en 10 años)   Considera que los productores deben someterse a lo que los acopiadores digan. “No hay un control por parte del Ministerio de Agricultura que regule esa situación. Nos sentimos desamparados”, dijo Redondo.