Los chinos vienen por los lácteos señala analista uruguayo

De acuerdo con una nota de Yonnatan Santos Preste, publicada en Tardaguila Agromercados, hace algunos años que se anunciaba lo que hoy es una realidad: los chinos descubrieron el gusto por la carne y la demanda creció a pasos agigantados, a tal punto que hoy en día es el principal cliente de Uruguay en el rubro.   Ahora pues, lo mismo va a ocurrir en un tiempo no muy lejano con los lácteos, y Uruguay y sus industrias ya se proyectan hacia eso.   Claro está, hoy en día los 1.400 millones de habitantes de ese gigante asiático tienen un consumo por cabeza que es 7 veces menor al uruguayo, pero las políticas apuntan a promover su consumo, y ya sabemos lo que pasó cuando se impulsó el consumo de la carne.   Tanto así, que este miércoles el embajador de ese país en Uruguay, Wang Gang, invitó a todas las empresas del rubro a hacerse presentes en el mes de noviembre en la feria de la importación, una novedosa e imponente actividad que se realizará por primera vez en ese país, pero que hace una apuesta importante y que es una oportunidad para que todos los sectores exportadores presenten sus productos.   “Uruguay tiene grandes oportunidades porque es uno de los mayores productores de calidad en lácteos” subrayó el embajador.   Es que las relaciones bilaterales entre ambos países vienen muy bien y eso da seguridad para los privados, tanto acá como allá.   Habrá que prepararse, porque se vienen los chinos, ahora por los lácteos.   Cambio de gusto   De acuerdo con Albert Molins Renter publicado en Lavanguardia.com en noviembre 1 de 2017, las autoridades chinas prohibieron las importaciones de algunos tipos de queso, porque las cepas de bacterias que intervienen en su elaboración no estaban autorizadas en el país.   Concretamente, el veto afectaba a las variedades más apestosas de quesos de pastas blandas y maduradas, con mohos, como el roquefort, el gorgonzola o el stilton. Ahora, después de reuniones con funcionarios de la UE y la intercesión de la embajada francesa en Pekín, China ha levantado el veto.   “Cuando hablamos de cocina china –o mejor dicho, las cocinas chinas– nadie piensa en el queso y en los lácteos como parte de sus ingredientes comunes. Pero sorprende que los chinos puedan sentir cierta aprensión ante alimentos fermentados por mohos o bacterias o por olores y sabores fuertes. “La cocina cantonesa incluye todo tipo de ­tendones y vísceras”, explica Manel Ollé, profesor de estudios chinos de la UPF, que añade que “si tiene cuatro patas y no es un mueble, los cantoneses se lo comen todo”. La gastronomía china “es sofisticada en la elaboración, pero no en la selección de los ingredientes”, remarca Ollé.

Fuente: tardaguila.com.uy y lavanguardia.com