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Venezuela: ausentismo laboral por buscar comida

Por - 22 de Febrero 2018

El periódico el Clarin publicó un relato sobre la increíble situación que viven muchos venezolanos. Afirma que muchos prefieren ir a buscar bolsones de comida y revender la mercadería o trabajar en la calle.que muchos días.


El periódico el Clarin publicó un relato sobre la increíble situación que viven muchos venezolanos. Afirma que muchos prefieren ir a buscar bolsones de comida y revender la mercadería o trabajar en la calle.que muchos días.   Ramón Medina no tiene otra opción que faltar al trabajo para llegar a fin de mes. Como le ocurre a casi la mitad de los venezolanos, señala el diario con base en un informe de AP, gana el sueldo mínimo (el equivalente a unos tres dólares mensuales) por lo que cada vez que en su celular suena un aviso, deja su puesto de trabajo en un hospital para poder llevar a casa una de las bolsas de comida que entrega el gobierno y de las que depende para alimentar a su familia.   Estima que en un día normal, un tercio de sus compañeros del Hospital Vargas de Caracas, faltan a sus puestos para acudir a un segundo empleo más lucrativo o para pasar horas en filas para comprar harina y aceite a unos precios que es imposible dejar pasar. Esto supone que pocos se quedan en el hospital para cuidar a los pacientes, dijo Medina, de 55 años.   Además de una inflación de cuatro dígitos, escasez generalizada y una recesión peor que la de la Gran Depresión estadounidense, la economía de Venezuela se está viendo afectada ahora por un nuevo problema: un ausentismo laboral significativo.   En las últimas semanas, periódicos y redes sociales se han llenado de reportes de paros en el metro de Caracas o en la petrolera estatal por la falta de trabajadores que, dada la escasez de sus salarios, no se molestan en acudir a sus puestos. Las empresas privadas se quejan de no encontrar mano de obra suficiente para cubrir la jornada laboral, lo que agrava el estancamiento en las pocas líneas de ensamblaje que siguen funcionando.   La crisis se está descontrolando en un momento en que el presidente Nicolás Maduro busca la reelección para un segundo mandato en unos comicios anticipados que sus partidarios fijaron para el 22 de abril, provocando la condena de Estados Unidos y otros países que dicen que está socavando la tradición democrática de la nación latinoamericana. Sin embargo, Maduro ha aprovechado la crisis en su favor, según analistas.   "Usted nos apoya y tiene acceso a la comida"   Douglas Barrios, un economista venezolano en la Universidad de Harvard, señaló que en 2012 (antes de que el país entrara en recesión) el salario mínimo mensual de 300 dólares estaba a la par que el de otras naciones de la región y era suficiente para pagar la renta y alimentar a una familia.   Pero esto ha cambiado drásticamente desde entonces, dijo apuntando que un trabajador tarda dos semanas en ganar lo suficiente para comprar dos libras (cerca de un kilo) de leche en polvo.   Normalmente, en estas circunstancias los votantes darían la espalda al gobierno. Pero Maduro se asegura su respaldo haciendo que dependan de los alimentos subvencionados y anunciando subidas salariales ante enérgicas audiencias en discursos emitidos a toda la nación en vivo.   "Usted nos apoya y tiene acceso a la comida", dijo Barros explicando la que considera que es la estrategia del gobierno. "Si no nos apoya, piense en cómo llegar a fin de mes".   El ejecutivo ha acusado a sus rivales de librar una "guerra económica" contra Maduro y señaló las recientes sanciones del gobierno de Donald Trump que prohíben los préstamos a su país como una prueba más de sabotaje. Lejos de arrojar la toalla, el presidente anunció la ampliación de programas sociales como los paquetes de alimentos para los pobres.   "La revolución garantiza protección del pueblo, protección de la familia", tuiteó Maduro esta semana. Pero el problema ha empeorado a medida que la economía se ha deteriorado y la distorsión de los precios se ha pronunciado. Para muchos venezolanos, la elección está entre ir a trabajar a cambio de unos centavos al día o buscar los cada vez menos productos que se venden a precios controlados para revenderlos en el mercado negro por una cantidad varias veces por encima de su valor oficial.   Caracas ya no publica estadísticas de empleo, pero trabajadores del concurrido metro de la capital estiman que algunos días pueden llegar a faltar hasta el 70% de sus compañeros. La petrolera estatal PDVSA, que es prácticamente la única fuente de divisas, está perdiendo mano de otra por los escasos sueldos y la falta de seguridad, según el economista venezolano Francisco Monaldi, experto en política energética latinoamericana en la Universidad Rice de Houston.   "Los que pueden, se van del país. Otros simplemente no se presentan a trabajar. Las empresas que intentan mantenerse abiertas no tienen otra opción más que ser flexibles.