¿Quién vigila a las Corporaciones Autónomas Regionales?

La gran mayoría de los ganaderos y productores agrícolas se quejan por la falta de operatividad de las Corporaciones Autónomas Regionales, CAR. Muchos se preguntan quién responderá por las obras inconclusas y qué entidad controla los recursos de los que disponen.   Productores consultados por este medio manifestaron no tener claro el rol que ejerce la Corporación Autónoma Regional en su zona. Solo saben que una parte del impuesto predial o la factura por la concesión de agua va directamente a esta entidad, pero de resto no podrían afirmar con certeza si dichas entidades están cumpliendo con sus funciones.   En Cundinamarca y Boyacá, los ganaderos han manifestado sus quejas por los cobros de desecación y concesión de agua, su pobre reacción frente a los ataques a semovientes y las demoras en las obras de la laguna de Fúquene y demás fuentes hídricas.   Es tal la inconformidad que un propietario calificó como a la corporación de Cundinamarca como un “cáncer” para la laguna y para los productores en general. (Lea: Ganaderos habían advertido sobre politización e inoperancia de CAR)   En Sucre, los productores coincidieron en afirmar que la Corporación para el Desarrollo Sostenible de La Mojana y El San Jorge, Corpomojana, es un “elefante blanco” que no ha tenido una presencia visible en la región.   En Santander, ganaderos del municipio de Los Santos denunciaron las demoras de la Corporación Autónoma Regional de Santander, CAS, para atender sus inquietudes. Un ganadero de la población calificó a la entidad como “eminentemente política”, porque a su juicio en materia de medio ambiente no han hecho nada ni tienen el personal para adelantar tareas.   En Córdoba, William Padilla, profesional del sector agropecuario en Planeta Rica, Córdoba, manifestó que en este y los demás municipios no se ha visto la gestión de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge, CVS. (Lea: Ganaderos de Los Santos rechazan gestión de la CAS)   Muchos ganaderos confirmaron sus sospechas de malos manejos dentro de las Corporaciones cuando la Contraloría General de la República reveló un informe la semana pasada sobre el presunto detrimento patrimonial en que habrían incurrido estas entidades del orden de $10 mil 022 millones.   Ante esta situación, la Asociación de Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible, ASOCARS, defendió la gestión de los entes señalados. Al respecto, Ramón Leal, director ejecutivo de la entidad, declaró que:   “Estos resultados los veíamos venir y por eso en varias oportunidades hemos solicitado reunirnos con el contralor general y hoy nuevamente se lo estamos solicitando a fin de revisar el proceso auditor que en muchas ocasiones y por diferentes causas no atribuibles a las CAR, generan hallazgos”. (Lea: “Las CAR están abusando de su autonomía”: ganaderos del país)   Leal desconoció la labor de los auditores, al decir que “no son adecuados para realizar una correcta y objetiva evaluación”. Además, señaló que el monto de los hallazgos es inferior al 1 % del total de recursos que manejaron las entidades el año pasado, una cifra cercana a las $2,4 billones.     Los recursos de las CAR provienen de diversas fuentes, entre las que se incluyen el porcentaje ambiental del impuesto predial que reciben municipios y distritos, los recursos de entidades territoriales y de regalías, ingresos por valorización, recursos asignados en el presupuesto nacional, contribuciones o multas, y pagos que realizan los usuarios al solicitar permisos o concesiones de estas entidades, entre otros.   Para Raúl Espitia Vásquez*, ganadero de Cundinamarca, sus colegas no tienen conocimiento de las demás fuentes de recursos ni tampoco ante qué organismo de control deben acudir para denunciar incumplimientos en las obras que está realizando la CAR.   “Nos preocupan los hallazgos de la semana pasada, que por una pala que vale $10 mil pagaron $1 millón, eso nos parece desastroso y por eso estamos como estamos”, indicó.   De otro lado, sostuvo que la Corporación de este departamento es una entidad que “amedrenta” a la gente. (Lea: Cuestionan actuación de CAR en cobros por concesión de agua)   “A la CAR le hace falta un departamento de orientación al usuario para que las personas puedan acceder de forma ordenada y sin tanta prevención por la forma como los funcionarios lo tratan”, precisó.   *Nombre cambiado a petición de la fuente