Ganaderos de Sucre llevan ganado a las ciénagas antes de tiempo

Los productores, desesperados por el verano, trasladan su ganado o lo venden. La razón: no tienen comida para ofrecerles y proporcionarles bienestar.   Azotados por el fuerte verano, los ganaderos del departamento de Sucre ante la escasez de comida se han visto obligados a desplazar sus semovientes a las ciénagas o a venderlos. Esto último ha generado una oferta dinámica que condujo a un descenso del precio de ganado gordo de $150 el kilo en macho y $200 en hembras.   Los grandes ganaderos han sido forzados a movilizar parte de su hato antes de tiempo, pues es una actividad que usualmente realizan durante los meses de noviembre y diciembre temporada en la que tienen buenos forrajes para los animales y allí los mantienen hasta que llega la época de lluvias en marzo.   “Eso se debe a que esta región lleva dos meses de sequía. Los movilizan a todas las ciénagas de Sucre como son: La Villa de San Benito Abad, Caimito, San Marcos y parte de la Mojana. A los tres primeros los llevan a pie, y más al sur, los trasladan en Planchones. De Magangué - Bolívar, también se encuentran en el mismo plan de movilización”, dijo Jaime Benítez Benítez, presidente de la Asociación de Ganaderos y Productores Agroindustriales de Desarrollo Ecoterritorial para el Cambio Climático, ASOGANARPRO. (Lea: Verano afecta nuevamente a la ganadería sucreña)   Según el dirigente, estas zonas actualmente tienen mucha agua, están inundadas y aún así llevan los animales a estos sitios. Los Ríos San Jorge y Cauca desbordan sus aguas sobre las ciénagas. Allí el ganado come siempre en el agua y duerme en las partes altas de las mismas, es decir, en los terrenos secos o lomillos.   “Los que tienen oportunidad de trasladar los animales son los grandes productores agropecuarios que usualmente tienen tierras en la sabana de Sucre y también en las ciénagas. Es un esquema que acostumbran precisamente para alternar estos problemas que han sido de toda la vida”, declaró Benítez.   Añadió que el pequeño es el que más sufre y tiene pérdidas porque no tiene a dónde llevarlo. A veces se unen 3 o 4 y se van con sus animales y logran alquilar tierras con pastos y los salvan, pero no es frecuente.   “Las canículas o el también llamado veranillo de San Juan que se da en la región Caribe normalmente entre junio y julio -dura un mes- pero hay veces que se prolonga como ha sucedido este año y no ha mermado”, afirmó Juan Carlos Romero, representante legal de la Federación de Ganaderos de Sucre, Fegasucre, y a su vez, miembro de la Junta Directiva de Fedegán. (Lea: Ganaderos de la Mojana sucreña ahora están afectados por las lluvias)   De acuerdo con Romero, los productores que tenían su ganado en las ciénagas lo movilizaron huyéndole al tema del alto riesgo que presentó Hidroituango, pero debido a este veranillo tan largo, tuvieron que regresarlo.   “Movilizar los animales en este momento es riesgoso porque no se sabe qué suceda con el clima  de acá a noviembre”, aseguró Luz Mercedes Botero, miembro de la junta directiva de Asodoble, investigadora y autora de varios artículos sobre el bienestar animal. (Lea: En Sucre también se siente la ausencia del Ministerio de Agricultura)   Precios declinaron   Los ganaderos que no le pueden ofrecer bienestar a su ganado lo venden, eso ha creado oferta de ganado, que a su vez, ha declinado el precio. "Hace un mes el macho gordo se vendía a $4.600 el kilo y actualmente se encuentra en $ 4.450, es decir, $150 menos y la hembra se ha disminuido en $200 por kilo”, remató Romero.