Una multitudinaria marcha invadió las calles de Villavicencio

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In memoriam

Por - 22 de Noviembre 2012

En los pocos días que han transcurrido desde el abominable atentado que a destiempo segó la vida de Jaime Triana, mucho se ha hablado de su enorme contribución a la investigación agropecuaria y, sobre todo, a su percepción visionaria del inmenso y hoy reconocido potencial de la altillanura; pero no tanto de los esfuerzos de vida, de estudio consagrado y de pasión investigadora que hicieron posible este aporte, facetas del científico que no aparecían tan evidentes en su personalidad informal y sin pretensiones.


Mucho se ha hablado de su vozarrón imposible de ignorar y de su risa francota y desabrochada, pero muy poco de la bonhomía y la sencillez que se escondían detrás de esa aparente brusquedad.

Se ha hablado también de su capacidad de hacer amigos y de sus dotes de gran conversador, pero hace falta recordar la autoridad detrás de sus palabras, que era una consecuencia de la generosidad con que siempre compartió su conocimiento, y de la cual se desprendió también la determinación y la firmeza de sus posiciones.

Finalmente, siempre se ha recordado a Jaime Triana, el gran investigador agrícola, como en efecto lo fue durante la mayor parte de su vida profesional, pero muy poco se ha hablado del ganadero Jaime Triana, al que hoy recuerdan con afecto los productores del Meta y todos los ganaderos de Colombia.

Fue desde su posición como representante de Corpoica en la Junta Directiva del Comité de Ganaderos del Meta como Jaime, desde hace apenas diez años, se fue acercando a la ganadería, primero como un compromiso institucional que luego, como todo aquello en lo que Jaime creía, se fue convirtiendo  en una querencia apasionada por la ganadería como actividad económica y forma de vida.

La ganadería entonces, de la mano de Jaime, empezó a hacer presencia dentro de los objetivos de investigación de Corpoica en el Llano, como debía ser en un departamento con tan clara vocación ganadera. No es gratuito que en los últimos tres años se hayan logrado orientar hacia la ganadería 20 proyectos con una inversión del orden de los 12.000 millones de pesos, ni es por azar que Corpoica tenga en el Llano el mejor laboratorio de reproducción bovina del país.

Por eso, con reconocidos méritos, el Comité de Ganaderos del Meta llevó a Jaime a la Junta Directiva de FEDEGÁN. Por eso mismo, hoy está de luto la ganadería colombiana, sentimiento que se plasmará en el homenaje póstumo que le brindaremos en el Congreso Nacional de Ganaderos, al que Jaime se aprestaba a asistir en la ciudad de Santa Marta. Allí estará con nosotros.

En este momento aciago, los ganaderos colombianos acompañamos en su dolor a Luz Karime, su esposa; a sus hijos, Ana María, María Camila y Jaime Andrés, y a toda su familia. El eco fuerte de su voz y el calor amable de su risa nos seguirán acompañando por siempre.