“Como juez debo mirar el armado del animal”, Cesar Payan Meyer

Resultó siendo juez sin pensarlo y ha llegado muy lejos. Su conocimiento sobre el ganado bovino lo ha llevado a que lo elijan a título personal en las principales ferias mundiales. Considera que el semoviente debe tener armonía y la observación en vivo es su dinámica.   Este ganadero y zootecnista egresado de la Universidad Católica de Argentina a quien lo ha acompañado el conocimiento bovino desde que nació, lleva sobre sus espaldas mas de 10 mil bovinos juzgados.   Han sido más de tres décadas ejerciendo el juzgamiento lo cual, le ha dado mucho reconocimiento a lo largo y ancho del territorio colombiano pero también en el ámbito internacional. Esto le ha permitido ser seleccionado fuera de concurso para el juzgamiento de varias ferias ganaderas mundiales.   Se trata de Cesar Payan Meyer quien ha sido seleccionado unánimemente como juez de la feria mundial de Houston -Texas, lo que el mismo llama la meca de la ganadería en el mundo.   También le pidieron personalmente su intervención a la feria mundial de Belohorizonte la capital del estado de Minas Gerais, al sureste de Brasil e igualmente sucedió en Panamá.     ¿Cuánto tiempo lleva como juez de ganado bovino?   Completé tres décadas de juzgador de sementales bovinos y considero que me ha ido bien, aunque no estaba entre mis proyecciones profesionales ni personales, llega a serlo. Resulté acariciando mentalmente esa posibilidad, motivado y aconsejado por amigos y colegas que se sensibilizaban por lo que yo les hablaba sobre las características de los ganados cuando me los encontraba en los diferentes eventos feriales de estos animales.   Hasta que un día me decidí y comencé a ejercerlo y es una actividad que me absorbió sin darme cuenta de tal manera que ahora es algo a lo que le dedico la mayor parte de mi tiempo.   ¿Qué características tiene en cuenta en un bovino en el momento de salir a las pistas?   Tengo dos principios básicos en la actividad. Selecciono y ahondo en el juzgamiento. Es una cotidianidad. Para seleccionar un animal voy mirando parte por parte lo que necesito desde el punto de vista de eficiencia. Es una dinámica sobre un animal en vivo y lo que hago es observarlo. (Lea: La emoción no puede actuar en el juzgamiento de ganado)   Siempre parto del punto de vista zootécnico y de productividad. Aunque parezca una expresión redundante -pero no lo es- busco y encuentro la forma de mirar con el rabillo del ojo el animal.   Cuando sale el animal a desfilar comienzo a ver su forma de caminar y de moverse. Tengo en cuenta muchos aspectos. Desde cómo funciona el rumen hasta la forma de mirar, es decir, contemplo su generalidad.   Es necesario tener en cuenta todo lo que sea indispensable e igualmente lo que este utiliza o hace para su funcionamiento.   Parto de lo más elemental. Mirar que haya equilibrio y armonía. Como tiene la boca y si la mueve bien y para qué le sirve.   Son elementos que tratamos de inculcarle al ganadero para que se dé cuenta exactamente cómo debe escoger un toro reproductor.   ¿Aunque hay remates de hembras y de machos es usual que la gente prefiera el de los machos?   Es usual que se haga énfasis en los toros de ahí que sea de la mayor trascendencia que los ganaderos aprendan a ver al animal de una forma diferente en los aspectos productivos, de feminidad, masculinidad y eficiencia.   No se puede pasar por alto la caracterización de la raza. Tengo sumo cuidado en eso de tal manera que si estoy seleccionando un animal de la raza Brahman, este represente a esa estirpe de la mejor forma posible. En esa tarea analizo la oreja, los ojos y otras cosas de manera muy detallada que hacen que a la gente no le metan gato por liebre.   Observo de manera simultánea cómo tiene las manos y si cumple los parámetros de la respectiva raza. (Lea: Cebú en Colombia, un tema de gran acogida en Malocas Académico)   La forma de los hombros, la direccionalidad de las costillas y cómo tiene el dorso son, asimismo, aspectos de la mayor relevancia en este objetivo.   En un juzgamiento uno como juez debe tener en cuenta todos estos aspectos de cada animal que entra a concursar. Es una gran responsabilidad.   Los testículos del toro son lo más comentado por los productores. ¿Qué considera se debe tener en cuenta?   A la vez que se debe tener la destreza para analizar la forma de las patas del mismo modo es importante para observar los testículos, sobre todo porque son ejemplares que en su gran mayoría son destinados a la reproducción. (Lea: Importancia del tamaño del prepucio y los testículos del toro)   El fin de semana pasado realicé una conferencia en el reconocido criadero Villa María que se encuentra en la vía que de Villavicencio conduce a Puerto López y le explicaba a los ganaderos estas cosas. Les inculcaba qué aspectos deben tener en cuenta en el momento de comprar un animal y específicamente el que va a ser dedicado a la reproducción.   En este caso hacia énfasis en que el toro debe tener masculinidad, buena cabeza y facciones sobresalientes.   A un toro reproductor se le debe observar con mucha minucia y cuidado los testículos y en eso es de gran trascendencia tener certeza de varios aspectos. En primer lugar el tamaño, en el segundo la conformación, es decir, que sean iguales o del mismo tamaño, en tercer aspecto que no estén muy descolgados.   Y un cuarto elemento a tener en cuenta en los testículos es la textura, si se pueden tocar es mejor, pero si no, es fundamental asegurarse que sean simétricos.   Sobre la cabeza de los bovinos, ¿qué tiene en cuenta un juez?   En el caso de la cabeza, si el animal es macho se observa primordialmente que sea masculino y que refleje esa condición. Y si es hembra pues que sea femenina, que tenga una buena boca, unos excelentes fillares y ojos. (Lea: 9 aspectos de importancia a la hora de juzgar ganado bovino)   Si es una buena raza lo ideal es que tenga la oreja proporcionada y observar su perpendicularidad sobre el eje de la cabeza.   Que sea una cabeza bien conformada, balanceada y bien armada que en otros términos sea funcional.   Como juez debo mirar el armado del animal. ¿Esto qué quiere decir? Se refiere al balance del bovino a detallar despacio y con tiempo los tercios anterior, medio y posterior. Lo ideal es que todo empate, que conjugue y sea de buenas formas. Es decir que en el toro su parte anterior tenga relación con la parte media y la posterior. En otros términos que se le vea armonía.   En esto debe tenerse en cuenta igualmente las tres medidas de amplitud, longitud y de profundidad. Que sea amplio en el pecho, en el medio, en el dorso, en el lomo y en el posterior.   Que sea largo, pues lógicamente un animal largo es mejor.   Un juez mira que tenga un tercio medio largo, e igual el tercio posterior. (Lea: El valor del tren posterior del ganado Cebú)   Todo lo anterior lo comienza uno a conjugar sobre el terreno, esto es, sobre los animales. Esto no es con diapositivas, ni se habla sobre un tablero o en un salón de clase, sino básicamente sobre los animales en vivo.   ¿En dónde ha sido juez?   He juzgado ferias nacionales en todos los países de Centroamérica y también en Venezuela y Ecuador. Igualmente en República Dominicana y en Brasil.     Afortunadamente la experiencia es bastante grande. Los brasileros evalúan por el número de animales juzgados. No sé cuántos animales he juzgado, pero han sido muchos, muchos.   También estuve en Houston – Texas hace tres años. Estoy muy metido en el medio del juzgamiento y es una cotidianidad.   ¿Cómo llegó a serlo?   Un poco forzado por amigos. Lógicamente cuando uno se siente con la capacidad de aportar el conocimiento es que uno finalmente termina tomando la decisión.   Al principio cuando usted no puede, no tiene esa capacidad de aportar es mejor que no lo haga porque siempre el más malo de la película es el juez. Acuérdese que en las exposiciones no gana sino un solo animal y quedan 30 por ahí descalificados.   Uno tiene que sentirse muy firme y seguro. Pero gracias a Dios me ha ido bien. De pronto se han presentado problemas en algunos juzgamientos, pero eso es normal. A veces se enreda uno, pero normalmente me ha ido bastante bien.   Yo empecé tarde porque no me sentía con ganas de hacerlo, pero de repente, me pico el bichito del juzgamiento y me metí a ser juez. Tome la decisión y llevo más de 30 años en esta actividad.   Hace tres años sucedió algo fuera de serie. Se dio la primera vez en la historia de la feria de Houston en Texas que escogieran un juez a título personal y me seleccionaron a mí con nombre propio. Ellos querían a Cesar Payan juzgando allá. Eso es como llegar usted a la meca del Cebú.   Los brasileros me llamaron a juzgar una feria Nacional en Belo Horizonte hace como 5 años. También estuve en una feria mundial en Panamá hace como 3 años.   En Colombia no recuerdo cuantas ferias nacionales llevo juzgadas, pero son muchas.   ¿Alguna vez se imaginó que iba a llegar así de lejos?   No. Eso se lo contesto al rompe. No.   Me la paso viajando. No es muy chévere a veces, pero yo digo que si le pudiera dedicar a lo de uno por lo menos la mitad del tiempo que le dedico a lo de los demás, estaría más lejos. En esto de ser juez, me la paso trabajando por muchas partes.