cojeras en el ganado
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Soluciones para evitar las pérdidas por cojeras en bovinos

Por - 03 de Agosto 2015


La cojera está definida como una modificación en el paso, es un signo clínico de diversas enfermedades o desórdenes, y se considera una de las condiciones más dolorosas para el ganado.   El dolor se evidencia en cambios en el lenguaje corporal de la vaca y este se usa como base para clasificar la severidad de la cojera. La incidencia de cojeras ha aumentado a nivel mundial y su importancia se ha visto reflejada en la producción de los hatos lecheros, siendo un tema importante en bienestar animal y selección genética que se debe realizar no sólo por producción láctea sino por características como conformación de patas y pezuñas (“feet and legs”), resistencia a enfermedades, y otros factores que contribuyen a longevidad y eficiencia funcional (1). (Lea: Cojeras en bovinos, enfermedad para no descuidar en su hato)   Los factores de riesgo en cojeras pueden estar relacionados con afecciones reproductivas o mastitis y los cuadros de pododermatitis pueden estar ocasionados por alteraciones metabólicas, traumáticas, o de origen infeccioso.   En la producción lechera, las cojeras presentan un gran impacto económico para los ganaderos, en costos veterinarios y de medicamentos, disminución en producción lechera (20 % menos en pico de lactancia debida a dolor), pérdida de leche por residualidad antibiótica, tiempo usado en tratamientos, sacrificio de animales no recuperados, pérdida de condición corporal y disminución de la ganancia de peso. Aunque existen diversos estimativos de los costos correspondientes por cada caso de cojeras un valor aproximado es de USD$ 350 por vaca coja (3). (Lea: 70 enfermedades pueden afectar las patas del bovino)   La eficiencia reproductiva también es alterada por los efectos de las cojeras debido a dolor, la vaca disminuye su capacidad de monta durante el celo, se aumentan por tanto indicadores como DA (días abiertos), hay menor tasa de concepción (disminuyendo hasta un 25 %) y aumenta la incidencia de ovarios quísticos hasta un 14 % más de lo que se evidencia normalmente (2). Por otro lado, el alto nivel de endotoxinas bacterianas puede generar un efecto negativo en la función ovárica y existen otros efectos directos o indirectos por el mayor tiempo que la vaca pasa postrada, pierde dominancia y es menos competitiva en la obtención de alimento.   En el momento de instaurar un tratamiento para cojeras por pododermatitis se deben tener en cuenta otros aspectos importantes para una resolución adecuada, como: confort general, espacios limpios para descanso, suministro de agua de calidad, corto tiempo de espera en salas de ordeño y condiciones higiénicas de dichas áreas y espacios de espera, así como en instalaciones generales, aclimatación de pisos en concreto, factores nutricionales, evitar acidosis ruminal por factores nutricionales, realizar un arreglo de pezuñas en forma perió- dica y suministrar minerales en dieta que mantengan la integridad de la pezuña. (Lea: Podología bovina, más que un manicure para rumiantes)   El tratamiento antibiótico convencional durante muchos años incluyó el uso de penicilinas que con el tiempo han presentado resistencia bacteriana. Actualmente, se indica el uso de antibióticos de amplio espectro acompañado de antiinflamatorios-analgésicos o en el caso de generación de microabscesos en pododermatitis se indica el refuerzo del tratamiento antibiótico con enzimas fibrinolíticas (Quimotripsyn) que permita la perfusión y acción del antibiótico dentro de las diferentes estructuras anatómicas de la pezuña.   La vaca debe responder al tratamiento antibiótico dentro de las primeras 48 horas, sino es así se debe sospechar de resistencia al antimicrobial, un diagnóstico incorrecto, o dosis inadecuada. El éxito de los tratamientos incluye la selección adecuada del tratamiento antibiótico, dosis y aplicación indicadas. Las cefalosporinas son medicamentos de elección por sus excelentes resultados en el tratamiento de cojeras. (Lea: No deje que su ganado ‘salga de la cancha’ productiva por lesiones)   En el mercado colombiano existen una serie de productos antibióticos que generan alta residualidad en leche generando pérdidas económicas directas al productor. Virbac Colombia tiene posicionado en el mercado Citius 5 %: una cefolosporina de tercera generación y amplio espectro que genera concentraciones rápidas y efectivas antibacterianas, un producto de alta calidad en su fabricación, de fácil aplicación para el productor, y cuya ventaja más importante frente a otros productos es de tener cero tiempo de retiro en leche.   Esta característica contribuye directamente en la disminución de pérdidas económicas por cojeras en la producción ganadera de nuestro país.   (1)Bovine Lameness. Paul Greenough, 2007. Elsevier Health Sciences. (2)Collick D W, Ward W R, Dobson H 1989 Associations between types of lameness and fertility. The Veterinary Record 125. (3)Esselmont R J, Spincer I 1993 The incidence and costs of diseases in dairy herds DAISY Report 2. Department of Agriculture, University of Reading. (4) (Courtesy of ZINPRO Corporation). Sprecher D J, Hostetler D E, Kaneene J B 1997 Lameness scoring systems that use posture and gait to predict dairy cattle reproductive performance. Theriogenology 47:1179–1187   Fuente: http://www.virbac.co/files/live/sites/co-public/files/contributed/PDF/citius.pdf

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