Secador solar de cultivos
Foto: Agencia - UNal.

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Diseñan secador solar para deshidratar plantas medicinales

Por - 28 de Noviembre 2013

Este proyecto desarrollado por un profesor jubilado, su hijo y dos estudiantes de Ingeniería Mecánica de la U.N. surgió como resultado del concurso “¿Quién se le mide?”, promovido por la institución educativa.


Este proyecto desarrollado por un profesor jubilado, su hijo y dos estudiantes de Ingeniería Mecánica de la U.N. surgió como resultado del concurso “¿Quién se le mide?”, promovido por la institución educativa.

Con el propósito de encontrar soluciones reales a problemas identificados en materia de agroindustria, infraestructura vial y medio ambiente se llevó a cabo a comienzos del mes de noviembre el concurso “¿Quién se le mide?” Con el cual se recibieron 1.536 propuestas de las cuales inicialmente se seleccionaron como funcionales 86, resultando ganadoras 18 soluciones.

Precisamente, el grupo conformado por varios miembros de la comunidad universitaria logró conseguir la solución a uno de los retos de la categoría agroindustria, que buscaba un secador solar para deshidratación de plantas medicinales y condimentarlas.

Al respecto, el profesor jubilado de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia, Pedro Julio Rivero, quien lideró el equipo, señaló que la idea de concursar surgió cuando realizaba un trabajo en uno de los laboratorios de la Universidad. Sus auxiliares (dos estudiantes) le comentaron acerca de la convocatoria y solicitaron el apoyo de sus conocimientos en energía solar y máquinas térmicas.

Así, estos investigadores pensaron que “había que hacer algo creativo para los campesinos de la zona del Oriente antioqueño” y por eso visitaron a decenas de ellos en el municipio de Marinilla, con el fin de analizar los sistemas de deshidratación que utilizaban y poder proponer una solución viable al reto planteado. (Lea: Nueva máquina ofrece secado de silo con bajo consumo de energía)

“Vimos que podíamos aumentar en unas 5 veces la capacidad productiva de esas familias, entonces lo que hicimos fue trabajar en una solución  económica, de modo que ellos la pudieran montar con sus propios medios. Así hicimos el estudio, los cálculos y el modelo a escala, hasta que encontramos una máquina que nos da 20 horas de trabajo por cuatro o cinco horas de asolamiento”, dijo Rivero.

(Foto: Agencia UNal)

En ese sentido, Daniel Felipe Valencia, estudiante de décimo semestre de Ingeniería Mecánica y uno de los participantes del proyecto, explicó que: “Se trata de un deshidratador que funciona tanto de día como de noche, con materiales muy económicos para que los campesinos de bajos recursos que no tengan gran capital puedan acceder a él”.

La ventaja, según el estudiante, es su fácil uso, ya que después de que se tenga armada toda la estructura, lo único que se requiere es ubicar adecuadamente los productos en el dispositivo y monitorear la temperatura hasta que el producto esté finalizado.

La función básica del deshidratador es aprovechar el efecto invernadero que se utiliza en las fincas. Con ello se calienta un flujo de aire que es llevado primero hacia un lecho de piedras que se encarga de almacenar el calor del sol. Después, parte de ese aire fluye por dentro de las plantas que son deshidratadas por medio de una constante recirculación del aire. Luego, parte del calor que fue almacenado en las piedras es el que se aprovecha durante la noche para que el mecanismo funcione. (Lea: Nueva aplicación on-line permite reducir 80% el consumo de energía)

La idea de este mecanismo es que se pueda masificar, ya que también funciona para cualquier tipo de frutas que se quieran deshidratar. Por su parte, Carolina Mesa, estudiante de noveno semestre de Ingeniería Mecánica e integrante del grupo, destacó este tipo de iniciativas y dijo que en estos espacios es donde verdaderamente los estudiantes de las universidades pueden mostrar sus capacidades.

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