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La ganadería, oportunidad o amenaza para la restauración ambiental

27 de Mayo 2019

La restauración ambiental, es un proceso a largo plazo que busca tanto restituir la funcionalidad ecológica para mejorar el bienestar humano, donde no solo se integran los objetivos de conservación sino también los medios de vida a través de las diversas actividades productivas que se desarrollan en terrenos de uso agropecuario.

El Salvador es un país que conserva menos del 20 % de sus ecosistemas naturales, el resto de su territorio se encuentra en un estado de media a alta degradación. Lo que repercute en una alta vulnerabilidad evidenciadas en una disminución de los mantos acuíferos y aguas superficiales, incremento de las áreas propensas a deslizamientos y a la casi nula cobertura arbórea de los márgenes de los principales ríos del país.

La producción ganadera bovina la realizan aproximadamente 65 mil productores y productoras, en su gran mayoría utilizan inadecuadas prácticas de producción, poseen 895 mil 300 hectáreas para las labores de ganadería y generan aproximadamente 150 mil empleos anuales

La ganadería es considerada como un motor importante de la degradación de la tierra, dado que se realiza con prácticas inadecuadas que muy pronto llegan a convertir los terrenos en “desiertos biológicos” que terminan siendo ambiental y económicamente improductivos.

Los efectos negativos de la ganadería sobre el medio ambiente se centran principalmente en el deterioro de la salud del suelo, desforestación, liberación de carbono y gases de efecto invernadero principalmente metano producto de los procesos digestivos y del estiércol; óxido nitroso de los fertilizantes nitrogenados, del estiércol y la orina y dióxido de carbono procedente del uso de combustibles fósiles en vehículos, maquinaria y equipo de la finca, lo que contribuyen a acentuar los efectos del cambio climático.

Es imperativo entonces implementar una ganadería sostenible que permita en el mediano y largo plazo paisajes sostenibles y resilientes donde los logros de conservación y producción agrícola se refuercen mutuamente.

La ganadería bovina puede ser una herramienta para rehabilitar tierras degradadas si se maneja en forma sostenible con sistemas silvopastoriles (SSP), con el fin de crear paisajes más adecuados para la biodiversidad, el agua y el suelo, y aumentar los ingresos de los productores y productoras.

Los sistemas silvopastoriles permiten aplicar arreglos agroforestales que combinan plantas forrajeras tales como pastos y leguminosas, con árboles y arbustos para la nutrición de los animales y usos complementarios, teniendo como resultado el incremento de la productividad y rentabilidad del Sistema productivo, mejorar la generación de bienes y servicios ambientales y facilitar la liberación de tierras frágiles, marginales y estratégicas para la restauración ecológica.

Este cambio debe estar basado en cuatro características fundamentales:

  1. Aumentar la biomasa y productividad de las plantas

  2. Frenar la degradación del suelo y promover su recuperación

  3. Proteger las fuentes de agua y darles un uso racional

  4. Aumentar la productividad animal por hectárea

Una de las consecuencias más importante del establecimiento de SSP es el impacto de los árboles y arbustos sobre el balance hídrico del sistema, ya que cuando leñosas y pasturas comparten el mismo espacio, la menor temperatura presente en el estrato herbáceo bajo la copa de los árboles provoca una disminución en la tasa de transpiración a través de los estomas y menor evaporación. Esto puede retrasar o evitar estrés hídrico, característico del período seco. Las leñosas perennes afectan la dinámica del agua:

  1. Actuando como barreras que reducen la escorrentía.

  2. Reduciendo el impacto de las gotas (cobertura).

  3. Mejorando el suelo al incrementar la infiltración y la retención de agua.

Estos impactos dependen del tamaño del árbol, principalmente su altura y la cobertura de copa.

En términos de mejora de la productividad, los SSP garantizan mejores rendimientos de carga animal, producción de leche y carne, así mismo, son elementos importantes en los paisajes agropecuarios para la conectividad o formación de redes de corredores biológicos entre los usos de la tierra productivos y de conservación. Lo anterior favorece el incremento de la biodiversidad de la fauna, favoreciendo el tránsito y refugio de diversas especies.

En FIAES creemos que es posible generar cambios transformativos en el uso sostenible de los recursos naturales, que faciliten la adaptación de las comunidades al cambio climático, asegurando su bienestar y la conservación del patrimonio natural del país. Por eso promovemos la implementación de técnicas de restauración que nos lleven a tener sistemas silvopastoriles que permitan el desarrollo de una ganadería sostenible en todos los territorios de intervención, garantizando de esa manera los servicios ecosistémicos básicos, así como una rentabilidad y sostenibilidad de los medios de vida de los y las productoras.

Texto original en el siguiente enlace