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Quesos y fruta: Una pareja perfecta entre el rumor de la vendimia

31 de Julio 2022

Ya sabéis que nos encanta proponeros maridajes que multipliquen el placer de degustar un buen queso. Hoy vamos a sugeriros un ingrediente delicioso, natural, saludable y al alcance de todos los bolsillos: la fruta.

Todo son ventajas en esta pareja. Para empezar, es una combinación deliciosa de sabores y texturas. Además, es muy completa desde el punto de vista nutricional: las grasas del queso favorecen la absorción de la vitamina A y los carotenos de las frutas; a su vez, la vitamina C y los ácidos de la fruta fresca mejoran la absorción del magnesio y el calcio del producto lácteo. Por si fuera poco, conforman un colorido mosaico visual: ¡probad a presentar a vuestros invitados una de estas tablas y los dejaréis boquiabiertos!

Las posibilidades son infinitas. Pero, si hablamos de producto fresco, lo mejor es recurrir siempre a las frutas de temporada, en su punto óptimo. Ahora que el viento nos trae ya el rumor de los vendimiadores, qué mejor que hacer caso al refranero (ya sabéis, “uvas y queso saben a beso”). Las uvas maridan a la perfección con cualquier variedad de queso, aunque se llevan especialmente bien con los azules, los de cabra y los de pasta cremosa, tipo brie o camembert, ya que aportan un toque de frescor. Es difícil mejorar el placer de comérselos a bocados, sin más, pero si buscáis un toque de sofisticación, podéis preparar unos sabrosos aperitivos. Es tan sencillo como cortar por la mitad uvas de cierto tamaño y rellenarlas con gorgonzola, mascarpone u otro queso cremoso, y añadir un trozo de nuez. Una versión que también se puede trasladar a los higos. ¡Rellenadlos con queso azul o con un D.O.P. Queso Camerano y volad al paraíso!

Todavía podemos aprovechar la gran variedad de frutas veraniegas. Es tan fácil como ensartar en una brocheta dados de sandía, melón, melocotón, albaricoque o ciruela con queso fresco o feta. ¡Refrescante, ligero y riquísimo! Si queréis ser aún más versátiles, los kiwis, las frutas rojas y las tropicales son una excelente opción.

Peras y manzanas son grandes compañeras para este viaje, especialmente en el caso de los quesos azules y de pasta dura semicurados o curados, como pueden ser el manchego y el idiazábal. La manzana, además de limpiar el paladar para apreciar mejor cada queso, resulta exquisita en combinación con estas texturas. Las variedades ácidas, como granny smith o reineta, hacen buenas migas con un stilton, un manchego o un emmental. Probad a pasar por la plancha queso fresco de cabra y acompañarlo de manzana asada o pera caramelizada. ¡Irresistible!

El universo de las frutas va mucho más allá si hablamos de las desecadas y deshidratadas. Pistachos, nueces, almendras o avellanas son un estupendo acompañamiento para cualquier variedad. El sabor característico del roquefort, el cabrales y los azules en general, agradece la nota dulce de uvas y ciruelas pasas, dátiles y plátano deshidratado. Lo mismo pasa con los de cabra, los frescos y los de pasta blanda, como el brie, cuando se emparejan con orejones, higos y arándanos secos.

¡Animaos a combinar estas propuestas si queréis disfrutar de un verdadero festival sensorial!

Artículo tomado del siguiente enlace.