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El triste y el lumpen ante la verdad

Por Ariel Peña González - 18 de Noviembre 2020

Una columna en la Revista Semana del senador Gustavo Bolívar, titulada “Uribe el triste” en contra del expresidente, por decir que se sentía triste ante el deterioro de su reputación, no pasa de ser sino la misma retahíla que los mamertos de distintas máscaras.

Prácticamente la tienen aprendida de memoria, sin ningún rigor histórico, basándose únicamente en las emociones, en donde ante la carencia de análisis se acude a distorsionar los hechos, resaltando que el senador de la llamada izquierda, con sus narco-novelas exaltó la lumpenización en la sociedad, que como ya lo hemos dicho en otras oportunidades es un método del marxismo cultural para envilecer y degradar a la ciudadanía, buscando tenerla bajo el control absoluto de las fuerzas totalitarias con la colaboración de idiotas útiles.

Dentro de esa columna, si hay algo que causa asombro es la afirmación de Bolívar, acerca de que Gustavo Petro “sin comunismo ni castrochavismo, reconstruirá a Colombia y aportará al mundo su parte para frenar el cambio climático”, por lo que en primer lugar habrá que decir, que a Petro como “defensor del medio ambiente”, nunca lo hemos escuchado condenar al partido comunista chino que como gobernante de ese país es responsable del 30 % de la contaminación del planeta, siendo la nación asiática la principal causante del calentamiento global, lo que significa que el doctor Petro tiene una posición bastante exótica sobre el cambio climático con criterios políticos selectivos ante la crisis ambiental.

Y decir que Petro no hace parte de las fuerzas totalitarias comunistas, no corresponde a la verdad, pues habrá que recordar que el M-19 del que fue militante destacado el jefe de la Colombia Humana, se fundó casi en su totalidad por miembros del partido comunista y las Farc a comienzos de la década de los setenta, buscando darle otra dinámica a la “revolución”, sin renunciar a los dogmas marxistas leninistas, o sea que Gustavo Petro al ser militante de esa agrupación guerrillera tenía que estar consciente de la postura ideológica que abrazaba la organización armada a la que pertenecía, de suerte que no conocemos ni verbal ni por escrito que Petro haya renegado del marxismo, igual sucede con dirigentes de los partidos Alianza Verde, Polo Democrático y otros, que se la pasan hablando sobre “la verdad” del conflicto político-militar que ha vivido Colombia.

Que los mamertos hablen de la verdad produce estupor, cuando uno de sus padrecitos el genocida ruso de Lenin, decía: “la verdad es un prejuicio burgués y a base de mentiras se pueden construir verdades”, así que la verdad para los marxistas no existe, y para eso tienen su semántica que los lleva a darle su propio significado a las palabras, para engañar a los incautos.

Es un despropósito, cuando los que ciñen la doctrina marxista, que en su aplicación práctica es la única responsable del conflicto político militar en Colombia, con todas sus terribles consecuencias, elucubran sobre el miedo que le tienen los demócratas acerca de que se conozca la verdad; cuando indudablemente la gran verdad ya es bien conocida y diagnosticada, demostrándose que el único responsable de la tragedia que ha vivido el país con el conflicto armado es el marxismo leninismo generador de toda la calamidad, al conformar bandas armadas para tomarse el poder desde hace 6 décadas.

También es bueno advertir que los seguidores de la doctrina marxista leninista, cuando usan la historia nunca está de acuerdo a la verdad, como ocurre con la columna de la Revista Semana escrita por Gustavo Bolívar, porque la verdad hace parte del orden social y moral burgués que se tiene que destruir, así que la tergiversación y manipulación que pretenden hacer los comunistas totalitarios con la historia, será una misión imposible, debido a que la batalla ideológica no es una fortaleza de los comunistas, y por eso siempre eluden el debate al estar inmersos en el embuste.

Ni la historia ni la verdad se pueden exponer, sin que se cuente con elementos reales para su discernimiento, así se tengan muchos medios; y por ello sin temor a ser desmentidos, hay que volver a precisar que la única responsable de la génesis del conflicto en Colombia, fue la doctrina marxista leninista con la creación de grupos armados como las Farc, el Eln, el M-19 y el Epl, para la toma del poder, usando la estrategia de la combinación de todas las formas de lucha, patrocinados por el gobierno comunista de Cuba en donde Fidel Castro como lacayo del Kremlin, ayudó a constituir 26 bandas guerrilleras en 13 países de Latinoamérica en la década de los sesenta del siglo XX, siguiendo las órdenes de la URSS, la cual por boca de su mandatario Nikita Kruschev en febrero de 1961, afirmó que “ su país apoyaría todos los movimientos de liberación en cualquier parte de la tierra” ello por la guerra fría, que enfrentaba con EE.UU.

También es una absoluta falsedad, decir que por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, surgieron las guerrillas marxistas, pues lo que hicieron los comunista fue reciclar parte de la violencia bipartidista de mediados del siglo pasado años después del asesinato del caudillo liberal, y posterior a la firma del acuerdo entre liberales y conservadores que condujo al Frente Nacional, advirtiendo que los marxistas no solo asaltan la memoria de los grandes próceres de la independencia de Latinoamérica, sino que también utilizan fechas trágicas y confusas como las del 9 abril, o la del 19 de abril de 1970, para montar su tinglado de artificios, buscando embaucar a la ciudadanía.

Jesucristo cuando se encontraba en este mundo, afirmó: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”, demostrándose desde esa época que la mentira tiene un carácter diabólico para oprimir y esclavizar a los pueblos, y en los tiempos actuales conociendo lo que ha sido para la humanidad la secta marxista leninista, cuyos principios se fundamentan en la mentira y la violencia, se puede afirmar que el comunismo totalitario como padre del odio, no puede aparecer bajo ninguna circunstancia contando la verdadera historia de Colombia en los últimos 60 años.

No se puede hablar de post-verdades, ni del relativismo histórico en donde cada cual cuenta lo que se inventa o conviene, sino que hay una sola historia y una sola verdad, y en un prolongado conflicto como el colombiano se intenta refundir la verdad con las posturas maquiavélicas del marxismo, pero lo importante es saber de dónde viene la narración, que en este caso es la del señor Bolívar, subrayando que por ser el marxismo enemigo de la razón, en el no puede haber ninguna verdad.

Como en el poema “Reír Llorando”, habrá que recomendarle al novelista Gustavo Bolívar tan cercano a la lumpenización, que cambie la receta, la cual quiere vender con su ficción en contra del expresidente Uribe.