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Gratitud y despedida

Por - 28 de Febrero 2023

Hoy me despido de estas páginas, agradeciendo a los lectores, directivos y periodistas, para asumir este gran reto. Quiero trabajar intensamente para ser un presidente que una a los colombianos en una agenda de futuro.

Hace 9 meses tuve el honor de ser invitado a participar en las páginas editoriales de El Colombiano como columnista. Ese honor significa mucho para mí, ya que mi padre, Iván Duque Escobar, estuvo por más de 2 décadas compartiendo sus ideas y opiniones con los lectores de este diario. Llegar a estas páginas y poder compartir la forma en la que veo a Colombia y en la que creo juntos podemos construirla ha sido una experiencia inigualable.

Los colombianos tenemos que mirar al futuro, superar debates anacrónicos innecesarios y concebir un país donde la legalidad sea la base del progreso.   La legalidad es el matrimonio de la justicia y la seguridad y demanda superar la relativización de las normas y entender que ante cualquier forma de criminalidad debemos decir: el que la hace, la paga. Solo una sociedad donde los criminales sienten temor por la justicia construye el imperio de la ley.   En función de ella debemos combatir la corrupción, sacar a los jíbaros de las calles y modificar las cosas de los acuerdos entre Santos y las Farc que ponen en riesgo la seguridad nacional.   También debemos retomar las clases de cívica y urbanidad en los colegios para que, más que una prueba pisa, tengamos ciudadanos vacunados desde el alma ante cualquier tentación de lo ilegal.   Con la legalidad viene el emprendimiento. Colombia necesita recuperar su economía y ayudar al micro, pequeño, mediano y gran empresario a prosperar. Necesita  adelantar trasformación productiva en el campo y las ciudades. Insertarse en cadenas de valor y distinguirse en el mundo por marca y diseño.   Necesitamos un país joven y emprendedor para situarnos en el futuro con biotecnología, nano tecnología, economía naranja, internet de las cosas e inteligencia artificial. Este país es posible, pero necesitamos un Estado austero, eficiente, capaz de hacer más con menos, que elimine gastos innecesarios, reduzca la evasión y baje impuestos para que surja la inversión, mejoren los ingresos de los trabajadores y haya nueva contratación de personal.   Colombia necesita también una agenda de equidad que en materia de salud se concentre en la prevención, la calidad y rapidez en la atención, y por saber castigar el abuso de las EPS. Que garantice la nutrición, amplíe la cobertura preescolar y que haga realidad la jornada única educativa. Que tenga doble titulación y que amplíe el acceso a la universidad pública a través de instrumentos presenciales y digitales.   Esa Colombia de legalidad, emprendimiento y equidad es la que añoramos el 73 % de los colombianos que somos menores de 45 años.   Hace pocos días, como el primero de esta generación, tuve el honor más grande de mi vida al ser elegido como candidato a la Presidencia por el partido Centro Democrático, el partido de la esperanza, el del legado del presidente Álvaro Uribe. Hoy me despido de estas páginas, agradeciendo a los lectores, directivos y periodistas, para asumir este gran reto.   Quiero trabajar intensamente para ser un presidente que una a los colombianos en una agenda de futuro que nos permita pasar las páginas de la impunidad, de la violencia y derroche, y construir una sociedad donde el talento, la pujanza, la solidaridad y el amor por el prójimo nos conduzca a ser un país mejor.   No es más que un hasta luego, no es más que un breve adiós.   El Colombiano, Medellín, diciembre 17 de 2017.