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La heterosis es fundamental para el éxito de los cruces bovinos

Por Mariana Navarro Sanint - 19 de Junio 2019

La existencia de una alta variabilidad genética aumenta las posibilidades de que una especie perdure en el tiempo, y es fundamental para trabajar en mejoramiento genético. Igualmente, ese mismo mejoramiento genético, si no se lleva a cabo con responsabilidad, puede ir terminando con la variabilidad indispensable para la perduración de las especies.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura está trabajando desde hace unas décadas en la protección y conservación de las razas autóctonas, como respuesta a la preocupación por la disminución en la variabilidad genética. Alrededor del 22 % de las razas bovinas están en peligro de extinción (FAO 2010).

Las ganaderías colombianas han experimentado las consecuencias de un trabajo de selección genética que ha ido cerrando las líneas genealógicas de algunas razas y ha perdido la variabilidad. Ahora se está buscando abrir esas líneas para mejorar los problemas de adaptación, reproducción y producción que se han presentado con la pérdida de heterosis.

Los efectos de la heterosis son bien observados y fomentados en los cruces F1 (50 %-50 %), por las ventajas de un alto vigor híbrido, que se da con mayor fuerza entre B.Indicus x B.Taurus. Lo que no se observa tan fácilmente –pero también existe y es igual o más importante que en los cruces, son las ventajas que tiene un cruce de dos individuos de la misma raza con variabilidad genética.

Cuando haga cruces buscando mejorar su genética recuerde que ninguna característica por si sola le dará los resultados que espera. Una vaca productora de leche, por ejemplo, para ser buena requiere: buenas patas, buena conversión alimenticia, ligamentos de ubre fuertes, y de ser posible bajo recuento de células somáticas entre otros; además, estos genes no se podrán expresar como usted lo espera si el ambiente que le brinda a esa vaca no es el adecuado. Los individuos que pierden heterosis son cada vez menos resistentes a los cambios climáticos y a las enfermedades que pueden estar en el ambiente.

Cada ganadero tiene la raza que más le gusta, se puede basar en investigaciones y estudios genómicos cuando esté pensando en introducir una nueva raza o en escoger un toro. Lo más normal es que cada uno hable bien de la raza que tiene, pero cada empresa ganadera es un mundo distinto y no todos necesitan la misma raza o el mismo cruce; lo que sí le asegura éxito es quesea lo que sea, tenga heterosis.

Cuando visite su empresa, ojalá la variabilidad no este solo en sus vacas, un ambiente sano también requiere diversidad de flora y fauna y oportunidades.

**Mariana Navarro S.

Médico Veterinario Zootecnista**

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