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Leche: las temporadas de buenos precios se acabaron

Por Oscar Cubillos Pedraza - 11 de Abril 2019

Desde que inició 2019 ya se advertía la gran ola de importaciones de leche y derivados que se registraría, Tan fuerte resultó que en poco menos de dos meses y medio se agotaría el cupo de leche en polvo perteneciente al TLC con EEUU y en algo más de tres meses el proveniente de la Unión Europea.

Por supuesto que los anuncios sobre el fenómeno de El Niño y su llegada, generaron incertidumbre en la industria lechera sobre la posibilidad de tener una gran subida de precios en el primer trimestre, lo que hizo que recurriera a fuentes adicionales de la oferta directa de leche líquida adquirida al productor en el periodo. ¿Cuáles? Importaciones e inventarios.

Respecto a las importaciones, rápidamente se agotarían las más de 10 mil toneladas de leche en polvo provenientes desde EEUU sin arancel y las cerca de 7 mil con origen Unión Europea. En el caso de los inventarios, a febrero ya registrarían una baja de 36% respecto al mismo mes de 2018 para leche en polvo y de 17% en leche UHT.

El resultado, tan solo analizando enero y febrero de 2019 fue el de una caída en el acopio de leche de 4% en el primer mes y de 11% para el segundo. Sin embargo ya con los cupos TLC agotados y los inventarios en un bajo nivel se esperaría que al menos desde el mes de abril, el acopio tienda a repuntar, pero teniendo en cuenta que la industria lechera logró su objetivo al iniciar el año: evitar la subida del precio del litro de leche pagado al productor.

Precisamente el litro de leche en septiembre de 2018, antes de iniciar el fenómeno de El Niño, se pagó con un precio de $1.078, pero en los meses de diciembre, enero y febrero; ya con el evento climático en pleno; se pagó en $1.076, $1.073 y $1.071, respectivamente. Quién lo diría, precio a la baja en época de sequía.

Los precios ya no tenderán al alza, sabiendo que desde fines de marzo ha entrado la normal temporada invernal, lo que hará que por lo menos hasta fines de junio la oferta de leche registre mayor dinámica, no se presente escasez y los precios sean estables o se reduzcan.

Pero la preocupación para el sector productor es evidente. Las temporadas de buenos precios –que típicamente se registraban en el verano del primer trimestre del año–, parecen estar llegando a su fin. La posibilidad cada vez más creciente de importar, sabiendo que en cinco años habrá llegado el libre comercio, seguirá siendo un instrumento para evitar la falta de leche por parte de la industria.

No significa esto que el total del acopio se reemplace por producción importada, pero sí se denota que el mercado colocará tanta presión que los precios internos pagados al productor tratarán de igualarse a los del comercio internacional. ¿Terminará el sector lechero en unos años siendo tomador de precios? Definitivamente sí.

La mirada entonces no deberá estar solo en el precio, sino en los costos de producción. Allí está el enfoque de quienes quieren permanecer en la actividad y seguir siendo rentables. Por ahora, ya es evidente que parte del acopio es importador.