Carne
Foto: lavoz.com.ar

Cargando...

Uruguay se consolida como el país de la carne

Por - 31 de Julio 2022

Los indicadores de la carne que presenta Uruguay lo convierten en uno de los principales países del mundo en este renglón. Un trabajo financiado por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), de dicho país, mostró que Uruguay tiene el mayor consumo per cápita del mundo y el mayor volumen exportado por habitante.


Los indicadores de la carne que presenta Uruguay lo convierten en uno de los principales países del mundo en este renglón. Un trabajo financiado por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), de dicho país, mostró que Uruguay tiene el mayor consumo per cápita del mundo y el mayor volumen exportado por habitante.

Según una nota publicada por el diario El País, de ese país, hoy día está entre los cinco mayores consumidores mundiales de proteínas de origen animal y en el primer puesto en carne bovina, pero a la vez, es el que más carne por habitante exporta en el mundo.

El estudio denominado “Perspectivas de la carne: asociaciones mentales de los consumidores uruguayos y motivos subyacentes en los cambios de consumo”, realizado por investigadores uruguayos tomó una base de 172 países y fue publicado en la revista científica de Ciencias de la Carne (Meat Science), una de las más prestigiosas del mundo.

El consumo promedio en el mundo de todo tipo de carnes es 34 kilos por persona al año y en Uruguay es 86,9 kilos (dato INAC a 2019 que tomó el análisis). En el 2021 fue de 91,2 kilos.

El trabajo de campo lo realizó Equipos Consultores en base a una encuesta armada por los investigadores y abarcó a 600 consumidores, que representó a la población uruguaya, pero el análisis de los datos lo realizó el equipo de investigadores. (Lea: Uruguay quiere producir más carne sin generar impacto ambiental)

Además de aportar datos relevantes como el porcentaje de vegetarianos (no se consumen carne pero si derivados lácteos y huevos), veganos (no incluyen proteínas de origen animal), pescetarianos (dieta vegetariana que consumen pescados y mariscos) y flexitarianos (dieta vegetariana, pero de vez en cuando comen carne, pescado y derivados), también reveló que hace falta trabajar mucho en comunicación a los consumidores locales, para que con base en ciencia e información, puedan tomar mejores decisiones, sin dejarse influenciar por las corrientes anti carne, sin rigor científico e impulsoras de mitos.

Son muy pocos los uruguayos que no consumen carne en un país donde la cultura del asado y la parrilla se lleva en la sangre. El estudio mostró que el 9 % de los 600 encuestados no consume carne. De ese porcentaje: 1 % son veganos, 5 % son vegetarianos, 3 % son pescetarianos y hay 2 % que argumenta no consumir carne por otros motivos, como por estar afectados por alguna enfermedad.

El análisis abarcó la región, el sexo, la edad y el nivel de educación del consumidor, así como su nivel socio-económico. “Queríamos entender las asociaciones mentales que tiene la gente y cómo asocian al consumo actual y futuro de la carne en Uruguay. Cuando digo entender asociaciones mentales, están influenciadas por factores culturales y características propias del individuo”, explicó Fabio Montossi, investigador del Programa Carne y Lana de INIA Tacuarembó.

Analizando los datos por edad y teniendo en cuenta las preocupaciones de cada segmento, el estudio mostró que en jóvenes de entre 18 y 19 años, el 20 % no consume carne porque son veganos, vegetarianos o pesceterianos, al igual que 12 % de las mujeres. Dentro del grupo que tiene educación terciaria, este valor alcanza el 13 %. Cuando se les preguntó a los consumidores cuáles son las razones por las que no come carne: 73 % dice que es por la salud, el 44 % atribuye su decisión a temas de bienestar animal y 39 % a cuestiones del cuidado del ambiente.

Así mismo, la Covid-19 fue un problema que afectó el consumo de carnes en Uruguay y se incluyó en el trabajo de investigación. En ese sentido, se vio que 35 % de las personas redujeron su consumo de carnes, 6 % la aumentaron y 50 % la mantuvieron. Preguntando las razones de ese cambio, el factor número uno fue el precio, la salud y el cambio de la dieta en la búsqueda de otro tipo de sustituto de la carne. (Lea: Uruguay se ha convertido en un gran exportador de carne y ganado a China)

A su vez, por más que se haya mantenido el consumo de carne, 33 % de las personas cambió el tipo de carne y se volcó más hacia pollo y cerdo, fundamentalmente por precios o por temas asociados a la salud y ambientales.

Estos últimos pesan mucho en el consumidor uruguayo (El 85 % dice que es muy importante o importante). El 65 % de los encuestados dijo que estaba dispuesto a pagar más por carne que contemple al momento de ser producida con certificación de bienestar animal y ambiente. El 61 % pagaría más por carne producida a pasto, 60 % por carne orgánica, 55 % por carne sustentable (carbono cero), 52 % por carne con marca, 50 % por carne con trazabilidad, 45 % por carne sin antibióticos y 43 % sin promotores de crecimiento. Sólo 18 % de los encuestados dijo estar dispuestos a pagar más dinero por carne procedente de ganados terminados a corral. Hay un enorme desconocimiento del consumidor.

Al consumidor se le preguntó si conocía las proteínas de origen animal producidas en un laboratorio o análogos de las carnes. Solo 54 % de los uruguayos la conoce y el 75 % de los encuestados aseguró que no estaba dispuesto a consumir ese producto.

El trabajo científico también abarcó la consulta a los consumidores sobre si piensa o no reducir el consumo de carne en el futuro. En este caso, 65 % dijo que no y 24 % piensa reducirlo, particularmente la carne bovina y la carne de cerdo, no así la de pollo. El argumento son tema precios, bienestar animal y salud humana.