12 mil familias se han beneficiado en los 10 años de la Fundación Alpina

La fundación cumplió una década implementando y apoyando 63 proyectos productivos en 56 municipios, con el propósito de generar ingresos a familias rurales que en promedio elevaron sus ingresos en 110 %. Ahora, se proyecta como un laboratorio social para replicar el exitoso esquema.

Bajo la filosofía de enseñar a pescar en lugar de dar el pescado, la empresa de productos lácteos creó la Fundación Alpina para contribuir en el desarrollo de procesos productivos con la consigna de lograr una verdadera transformación en el tejido social del sector rural.

Camila Aguilar, director ejecutiva de la fundación, explicó que nació como respuesta para reducir las condiciones desfavorables que hay en el campo, como el conflicto armado y un alto índice de pobreza rural. (Lea: Proyecto de asociatividad de Alpina recibe premio Emprender Paz)

“La Fundación Alpina desarrolla su trabajo en tres dimensiones: Primero, hay una apuesta productiva para lograr un impacto transformador en la vida de muchas comunidades del país. Segundo, hay una apuesta de conocimiento, a través de la innovación social. Y tercero, hay una apuesta de país, mediante la incidencia en políticas públicas”, afirmó.

A través de estas apuestas, la entidad ha brindado servicios como capacitación, asistencia técnica específica y diferencial, entrega de activos productivos, vinculación a cadenas de comercialización, educación alimentaria y promoción de buenas prácticas de consumo de alimentos, por nombrar algunas.

Las acciones se han focalizado en los departamentos de Cauca, La Guajira, Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca y César, así como en la región de Montes de María y la ciudad de Bogotá. (Lea: Gran impacto ha dejado el proyecto Conglomerado Lácteo en Cauca)

“Hemos logrado sostenibilidad desde el componente productivo, así como en el componente social, por medio del bienestar de las familias, la seguridad alimentaria y nutricional, el empoderamiento de las mujeres y el fortalecimiento organizacional impulsando nuevos liderazgos y capacidad gerencial”, agregó Aguilar.

Con el lema “Innovación social que trasciende”, la fundación busca convertirse en un “laboratorio social”, de manera que puedan replicar estos esquemas, para ayudar en la transformación del sector rural en Colombia. (Lea: Estos son los factores de éxito en emprendimientos rurales)

Por su parte, Ernesto Fajardo, presidente de Alpina, contó cómo el caso de una cooperativa lechera del municipio de Guachucal (Nariño), que comenzó alrededor de un tanque frío y se consolidó en un grupo más unido, inspiró a la fundación a impulsar estos procesos asociativos.

“Cuando nace la fundación, uno de los temas que queríamos llevar a diferentes territorios, fue esa capacidad de trabajar juntos y no solamente desarrollar el aspecto agronómico, sino también la generación de comunidad”, dijo. (Lea: En materia láctea, Cauca trabaja para consolidar su cadena)

Oliva Díaz, productora del municipio de Rosas (Cauca), reveló que gracias a la fundación pudo cumplir su sueño de tener su propio cultivo de tilapia roja, y de manera paralela crearon la asociación “Ermosas”, una muestra del empoderamiento de mujer rural que adelanta la entidad.

“Lo más bonito es que a través de la Fundación Alpina la vida nos cambió a mí y a mi familia, porque cumplimos el sueño, que era siempre tener la piscicultura, y fuera de eso tenemos una entrada económica y generamos empleo, hay cambios en la región”, declaró.

10 años de la Fundación Alpina en cifras:

• 63 proyectos ejecutados y 12.000 familias beneficiadas
• Presencia en 56 municipios, de los cuales 26 han sido afectados por el conflicto armado.
• Incremento en la productividad de la cadena lechera en 104 %, así como hubo un incremento de ingresos en líneas agropecuarias del 110 % en promedio.
• La calidad de la leche de los pequeños productores del Cauca pasó de 7,29 a 10,26, lo que implicó un aumento del 41 %.