Buenas Prácticas Ganaderas, Casanare
Foto: Diego Beltrán, veterinario de Fedegán.

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Casanare, por hatos libres de brucelosis y tuberculosis

Por - 26 de Noviembre 2012

Cerca de 8 fincas en el departamento están certificadas en Buenas Prácticas Ganaderas. La clave es el interés por tener una empresa sana y productiva.


El Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, y la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, se unen para orientar y concientizar al sector rural en torno a la importancia de llevar a cabo buenas prácticas ganaderas, que permiten garantizar la producción cárnica y/o lechera en diferentes zonas del país. El departamento de Casanare no es la excepción.

Funcionarios de Fedegán realizan una visita previa a las fincas, con el fin de hacer las respectivas recomendaciones a los propietarios de las mismas, “nosotros realizamos una pre-auditoría, les decimos, de acuerdo a unos reglamentos que tenemos con el ICA, lo que deben corregir para poder certificarse en ‘Buenas Prácticas Ganaderas”, sostiene Diego Beltrán, veterinario de Fedegán en Yopal.

Beltrán dice que uno de los requisitos para iniciar el proceso de certificación es tener hatos libres de brucelosis y tuberculosis, un registro de historial de cada uno de los animales, las entradas y salidas del personal que trabaja, un esquema sanitario adecuado, la delimitación de las instalaciones, como las cercas donde están las reses y la legalización de la compra de medicamentos, entre otros requisitos.

Posteriormente, un funcionario del ICA, en este caso un veterinario, procede a verificar que dichos requisitos estén en orden, “sobre los 100 puntos que nos evalúan yo obtuve 98 (…) me evaluaron en producción inocua, es decir la limpieza de la carne, temas sobre controles sanitarios y los medicamentos que suministro al ganado”, aseguró Paola Perilla, ganadera de Yopal.

Así mismo, es claro que en muchas ocasiones los ganaderos tienen dificultades de tipo económico y social al momento de cumplir con los requisitos para certificarse. Pero como reza el popular adagio: ‘el que persevera, alcanza’. “Todo depende del interés del ganadero, mínimo puede tardar 3 ó 4 meses, pero hay otros que pueden durar hasta 1 año para certificarse”, indicó el veterinario de Fedegán.

Lo que debe hacer el ganadero es organizarse: ordenar su trabajo, las labores de producción, racionalizar los recursos y tener al día todos los registros. El proceso es sencillo”, concluyó Perilla.