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El país ganadero está azotado por el fuerte invierno

Por - 19 de Mayo 2017

Las intensas lluvias de las últimas semanas han afectado a gran parte del territorio colombiano, incluyendo la región Caribe. Inundaciones, encharcamientos de potreros y daños en las vías terciarias, son algunos de los problemas que enfrentan los productores.


Las intensas lluvias de las últimas semanas han afectado a gran parte del territorio colombiano, incluyendo la región Caribe. Inundaciones, encharcamientos de potreros y daños en las vías terciarias, son algunos de los problemas que enfrentan los productores.   Son muy pocas las regiones que no se han visto perjudicadas por la temporada invernal que comenzó en marzo y que ha provocado graves tragedias en ciudades como Mocoa y Manizales.   Antioquia   De acuerdo a Daniel Cadavid Londoño, representante legal de la Asociación de Ganaderos y Agricultores del Bajo Cauca y el Alto San Jorge, Asogauca, las afectaciones son tan fuertes que incluso superan a lo ocurrido en la pasada ola invernal de 2010.   Poblaciones como Caucasia y Nechí han quedado bajo las aguas, causando el desalojo de miles de personas de sus viviendas. (Lea: Ganaderos de Huila y Tolima registran graves daños debido a fuertes lluvias)   El problema es tan grave que incluso se está pensando en suspender el ciclo de vacunación en zonas como Nechí con 398 predios afectados; Caucasia con 87 predios; Cáceres, 64 predios; y el municipio San Jacinto del Cauca en Bolívar, 88 predios afectados.   Bolívar y Sucre Varias poblaciones del sur del departamento de Bolívar están inundadas por el desbordamiento del río Magdalena. (Lea: Ganaderos del sur de Bolívar reclaman ayudas para evitar una catástrofe)   En municipios como Cantagallo, Morales y San Pablo ya están bajo las aguas. Hugo Naranjo, presidente de la Asociación de Ganaderos del sur de Bolívar, Agasú, relató que hasta la cabecera municipal se anegó tras la subida del afluente más importante de Colombia.   La gente está damnificada, no tienen dónde echar los animales, se les inundó todo. Les toca buscar la tierra firme en las zonas más altas, otros venden”, declaró.   En Sucre, zonas como La Mojana o el Golfo de Morrosquillo también están padeciendo por cuenta de las lluvias intensas, que enlagunan los pastos dejando sin alimento a los bovinos.   Cundinamarca   Varios municipios de este departamento han tenido inconvenientes por los daños en las carreteras. Wagner Mahecha, presidente de la Asociación de Ganaderos de la inspección de Guayabal, Asoganguayabal, señaló que su problema más urgente es la reparación de la vía que comunica la vereda con el casco urbano.   “La Gobernación nos mandó una máquina para hacer los desagües y arreglar los derrumbes. Como la vía queda tan pendiente y no se ha podido embalastrar lo suficiente, las camionetas no han subido a recoger la leche y ha tocado bajarla en bestia”, comentó.   Cesar y Guajira   Durante el fenómeno de El Niño en 2015 y 2016, los ganaderos de estos 2 departamentos tuvieron que padecer la intensa sequía que por poco los deja en la ruina. (Lea: Producción láctea disminuye en lugares afectados por el invierno)   En las últimas semanas se han presentado constantes precipitaciones en la parte alta de la Sierra Nevada de Santa Marta, que han provocado un aumento de la creciente de ríos como Cesar, Guatapurí o Ranchería.   Según José Manjarrés Correa, vicepresidente del Comité de Ganaderos de Fonseca, hay temor de lo que pueda ocurrir a los productores que viven en las riberas de los afluentes.   “La posibilidad de que se presenten crecientes súbitas tienen atemorizados a aquellos que viven cerca a las riberas de los ríos, pero hasta el momento se desconoce de inundaciones, avalanchas, desastres o cualquier catástrofe que genere pérdidas humanas o de animales”, dijo.   Eje Cafetero   Esta región, que comprende los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda, es una de las más perjudicadas en época de lluvias, bien sea por deslizamientos en las carreteras o encharcamientos en los predios.   Olga Martínez, ganadera de Villamaría, Caldas, contó que los inconvenientes más graves se deben a los derrumbes en la vía que conduce al sector municipal.   “A los propietarios de las fincas nos ha tocado mandar a quitar la tierra porque de la Alcaldía no nos colabora para nada. Estamos azotados por el invierno, se nos ha mermado la producción en un 20 %”, aseguró.   Por su parte, Jorge Tejada Galvis, director ejecutivo del Comité de Ganaderos del Quindío, manifestó su inquietud por el intenso invierno y las copiosas lluvias, pues está afectando a la mayoría de productores.   “Estamos muy preocupados porque las precipitaciones han sido exageradas, ha llovido mucho el fin de semana. Hemos tenido disminución en la producción y problemas de vías”, reveló.   Huila y Tolima   Luego del aguacero más fuerte registrado en los últimos 30 años, en Huila los pobladores siguen sin tener un respiro, pues las lluvias no se han detenido en lo que va corrido del año. Así lo contó Miguel Polanía, ganadero del municipio de Algeciras:   “Llueve todos los días y los potreros están llenos de barro. La producción se nos ha caído, las vías de comunicación están completamente dañadas, en verdad estamos en una situación crítica”, explicó.   En Tolima, también se han presentado derrumbes en los corredores viales y cascos urbanos, por lo cual el departamento está en estado de emergencia mientras continúan las precipitaciones.   Nariño y Valle del Cauca   En el Valle, las alarmas se encendieron porque no ha parado de llover en los primeros meses del año. El productor Juan Carlos Uribe declaró que el nivel pluviométrico ha sido el más alto en los últimos tiempos, provocando muchos más casos de mastitis de los que regularmente ocurren.   “Obviamente, con las lluvias y el barro se incrementan los casos de mastitis, que es normal en esta época. (…) Con el problema del barro hay que abonar mucho, porque cosechamos pastos en la orilla del río y ahora no se puede recoger nada”, indicó.   De otro lado, Julio Ramírez, ganadero de Nariño, señaló que el invierno se ha prolongado más de lo esperado, hecho que no ha permitido que se recuperen de buena forma las praderas. (Lea: Nivel del río Magdalena tiene en alerta a ganaderos)   “No hay una oferta amplia de forrajes por cuenta de la lluvia excesiva, aunque eso no ha sido inconveniente para que los semovientes se alimenten. La situación será crítica una vez empiecen a presentarse encharcamientos en los potreros, pero hasta el momento eso no ha ocurrido”, argumentó hace algunos días.