Producción henolaje y farvo en Bolívar
Foto: Milton Olaya.

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Hatos autosostenibles: adversidad convertida en impulso emprendedor

Por - 04 de Febrero 2013


Luego de que la ola invernal anegara su predio y lo dejara en la quiebra en 2011, César Augusto Salazar es hoy un ejemplo para otros ganaderos del país, al fabricar los alimentos para sus bovinos y comercializarlos en el sur de Bolívar.

“Al mal tiempo, buena cara”, cuenta César Augusto Salazar, ganadero del municipio de Morales, en el sur de Bolívar. “La ola invernal nos dio muy duro hace 2 años, entonces tuve que buscar otras alternativas para suministrarle comida al ganado, con los ayudas que prestó el Gobierno vi la necesidad de comprar la mini enfardadora y la cortadora, para producir, guardar y vender comida para el verano  y el invierno”. -El sector ganadero recibe respaldo para enfrentar la sequía-

Carlos  trabaja día a día para ganarle la partida al cambio climático. “Con la cortadora podamos el pasto, se deja secar y como estamos en verano, al día siguiente empezamos a hacer los farvos (pacas de pasto seco),  con la otra máquina que lo recoge, lo amarra y queda listo para el consumo animal”.

Este ganadero aprovecha al máximo la temporada seca, que para muchos productores pecuarios es un karma diario, pero para él se ha convertido en el corazón de su negocio, “uno tiene que buscar alternativas como la tecnología de punta para no desaparecer, porque eso fue lo que hizo ese invierno con nosotros, en mi caso acabó con 70 cabezas de ganado: unas se las robaron, otras se enfermaron y otras murieron; por eso nos tocó empezar a prepararnos”.

Una solución económica y nutritiva

Cada dos meses Sánchez cultiva las semillas de pasto y las convierte en la carta de salvación para su predio y el de otros ganaderos. “En 2 hectáreas, de las 180 que tengo, espero 90 días a que el pasto tenga alrededor de los 45 centímetros, se corta con la máquina, se recoge y la mini enfardadora lo convierte en henolaje (pasto fresco) o farvo (pasto seco)”, explica el propietario de la finca ‘San José’.

Dependiendo del lugar al que lo vaya a distribuir, el precio de estos alimentos varía. Ramiro Rojas, productor equino de Bucaramanga, compra la paca de 28 a 30 kilos de farvo a $5.500,  “desde hace 1 año compro entre 300 y 400 pacas de farvo a base de angleton, que le doy a mis caballos porque ha salido de muy buena calidad”. -Abren bodegas en Tolima para mitigar efectos de la sequía-

Entre tanto, Fredy Ciro, productor equino del estadero y pesebrera ‘El Encanto’, en Aguachica, Cesar, adquiere cada paca de heno a $10.000, “desde hace 5 meses he comprado el producto porque rinde, viene bien empacado y  el caballo no desperdicia tanto, además me dan crédito para pagar, lo cual es un gran beneficio”, también argumenta que si las tierras que tiene el predio ‘San José’, las tuviera ‘El Encanto’ empezaría a implementar el mismo sistema que Sánchez utiliza

En promedio, César Augusto Salazar y su hermano Edison, producen 1.400 bloques de heno a base de pasto angleton, el cual crece entre 1 y 2 metros, o pasto climacuna, que tiene el mismo nombre de este último, “cada 8 días me están pidiendo henolaje, sobre todo aquellos productores que no tienen la posibilidad de acceder fácilmente a los alimentos”.

César y Edison, gracias a las asistencias técnicas que reciben de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, cumple una labor social orientando a otros productores sobre la importancia de adquirir nuevos conocimientos tecnológicos que permitan mejorar la productividad en el campo.

En Colombia no es un secreto que no nos den las cosas molidas, porque si no el resto no lo necesitamos, la gente no se ha dado cuenta de que es más rentable comprar la máquina, por eso compran el alimento, pero es primordial enseñarles nuevas formas de mejorar su productividad y qué mejor manera que haciendo comida para sus animales”, indicó Edison Salazar.

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