El cambio climático está afectando al planeta y muchas son las implicaciones que está trayendo para la actividad agropecuaria. En México, este tema ha tomado fuerza ya que así como los productores se benefician de clima y la tierra, también se perjudican.
Al igual que Colombia, México es un país donde la actividad agropecuaria es muy común, por lo cual se convierte en una de las fuentes económicas más importantes. Sin embargo, en los últimos días se ha hablado mucho de la dicotomía del agro con relación al cambio climático. (Lea: El proyecto Ganadería Colombiana Sostenible le cumplió al mundo)
Es una realidad mundial que se están presentando cambios en el clima que provoca el efecto invernadero y está calentando el planeta. Según el IPCC, Panel Gubernamental sobre el Cambio Climático, año tras año el mundo se está volviendo más cálido. Sin embargo, esta misma entidad ha confirmado que actualmente se está presentando un fenómeno exacerbado, pues este aumento de temperatura se está empezando a aumentar mes tras mes.
Miriam Macías Solís, experta en cambio climático y desarrollo sostenible Banco Mundial, indica en su conferencia ‘Dicotomía de la actividad agropecuaria en relación del cambio climático en México’ en medio de la 3era Cumbre de Sostenibilidad, que los efectos que está trayendo este aumento del calor en México, especialmente para el sector pecuario.
“En el caso de México, la agricultura emite un 12.3% de los gases, entonces en este punto estamos entendiendo al calentamiento global como una externalidad negativa de la cual el agro no se escapa”, indica Macías Solís.
Por esta razón, es claro que muchos de estos afectan directamente al sector agropecuario, así como a la productividad y competitividad del sector. Teniendo en cuenta esto, el cambio climático es consecuencia de una externalidad negativa global actual que se debe al estilo de desarrollo, expresado en transformaciones evidentes en el clima actual que se intensificarán en el futuro y provocarán consecuencias económicas, sociales y ambientales de índole global. (Lea: 5 razones que demuestran que la ganadería no es como la pintan los ambientalistas)
En México, esto implica vulnerabilidad climática y las principales consecuencias serán ciclones cada vez más frecuentes, lluvias y ondas de calor. “Esto provoca temperaturas que modifican los ciclos agrícolas, una variación en la radiación solar, efectos sobre la eficiencia de plantas y animales y habrá una mayor vulnerabilidad de razas y especies de plantas, es decir, es que el sector agropecuario se ve altamente vulnerado por el cambio climático”, asegura Marcías Solís.
Sin embargo, todo es de ida y vuelta, y lo cierto es que a pesar de ser vulnerados, los productores mexicanos también contribuyen a la degradación ambiental porque el 56% de toda la tierra disponible se utiliza para el pastoreo y cultivo, y el 76% del agua disponible se usa para las actividades agropecuarias.
Según la conferencia de Macías, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO concluye que esta afecta la base de su propio futuro a través de la degradación de las tierras, salinización, exceso de extracción de agua, reducción de la biodiversidad y genética agropecuaria.
Finalmente, Macías Solís señala que “el reto es fortalecer al sector, apoyándose en las nuevas tecnologías y buscando que viabilidad de los proyectos no solo sea económica sino también social y ambientalmente viable para poder hablar de sostenibilidad y así encontrar acciones estratégicas que permitan potencializar la productividad y la competitividad del ago”. (Lea: Una mirada al futuro en términos ganaderos)