Colanta, la más grande compradora de leche en el país, que estaba adquiriendo 2.400 millones de litros diarios, compra hoy 2.200 millones de litros de leche. Sin embargo, le están sobrando 200.000 litros diarios, de los cuales regala 25 mil en promociones , el resto de la leche la está pulverizando, proceso que debe pagar de contado.
Colanta informó que el stock de leche en polvo nacional es de 20.000 toneladas. Este año se han importado 17.000 toneladas, especialmente del cono sur. Por su parte, solo Colanta tiene más de 7 mil toneladas que está tratando de vender a Venezuela.
Desde la semana 44, Colanta ha disminuido a sus cooperados el precio que paga por la leche de esta manera: Sabana de Bogotá $17, Magdalena medio $50, Antioquia $30. Esto es adicional de las disminuciones en el transcurso del año. Los concentrados para lechería han aumentado más de un 8% en los dos últimos meses por la escasez del maíz y de la soya en EEUU.
La leche en polvo importada tiene un costo ya reconvertida de $ 700 por litro mientras que la leche liquida nacional se paga puesta en planta entre $900 y $ 1.000. Es apenas lógico que las oligopólicas empresas que comercializan la leche en el país prefieran comprar la leche más barata, es decir, leche importada; la mayoría están importando leche en polvo.
Se comenta con frecuencia que la leche producida en Colombia es más costosa, que somos ineficientes en la producción lechera comparados con los países desarrollados y se muestran tablas demostrando como la leche de Colombia es más costosa comparada con otros países del continente y del mundo.
Discrepo de este generalizado concepto. Es cierto que hay zonas de tierras cálidas en donde la alimentación y la genetica están muy atrasadas, porque son por lo general productores de doble propósito.
Pero las ganaderías especializadas de tierra fría especialmente de Antioquia, Cundinamarca, Boyacá Nariño que están entre 2 y 3 mil metros, son eficientes guardadas proporciones. No nos pueden comparar con Argentina Chile o Uruguay, donde las vacas lecheras pastan en alfalfa, reina de las leguminosas, o las ganaderías de leche de Nueva Zelanda y del sur de Chile que tiene un régimen de lluvia ideal, unas tierras volcánicas excelentes y un clima templado muy benigno al nivel del mar.
No conozco en Colombia finca alguna donde se pueda cultivar la alfalfa y las vacas puedan pastorear en ella sin acabarla. La mayoría de las fincas del norte de Antioquia, la zona lechera más importante del país, y de otras áreas de ladera deben aplicar costosos abonos para que el pasto rebrote vigoroso en cada corte.
No hemos logrado que el silo de maíz tan indispensable para la producción de leche tenga un 30 % de materia seca o más; debemos por tanto transportar agua con él desde las zonas cálidas, con altísimos costos de fletes, por malos caminos y largas distancias de estos centros de producción, los cultivadores de maíz y de heno, por lo general especulan con los precios de acuerdo a la urgencia de los lecheros en las frecuentes crisis alimentarias de las vacas.
En los últimos tres años el país ha sufrido de un verano extremo por la corriente del Niño y luego, de dos terribles inviernos que anegaron, inundaron y arruinaron a muchísimos ganaderos y agricultores del país. Hasta hace poco se anunciaba otro Niño.
Soluciones
Desde el Gobierno anterior se anunció un Conpes lechero para ayudar a modernizar y transformar el sector, la comunidad europea prometió 30 millones de euros. Desconozco si algún dinero le ha llegado a alguien. Creo que con mucho o poco dinero este sería solamente un pequeño paliativo a la crisis que llego, no podemos transformar la producción de leche nacional, de la noche a la mañana, ni con todo el presupuesto nacional, ni tener las carreteras, la electricidad o el agua potable tan indispensables para una eficaz y sana producción de leche.
La ganadería de leche no ha sido nunca un buen negocio. Nunca hemos disfrutado de bonanzas como la que tuvieron cafeteros, floricultores o bananeros. No conozco el primer productor de leche que se haya enriquecido en este sacrificado negocio, pero conocemos todos las grandes plantas procesadoras de leches como Colanta, Alpina o Alquería que tiene hoy un gran patrimonio a costa de los pequeños productores de leche del país.
Entre más pequeño es un producto, menor precio le pagan por su leche, es la ley del embudo, el pez grande se come al chico. Paradójico, hoy están pagando mejor los comercializadores informales que las grandes plantas pasteurizadoras. Y es obvio, los pequeños o grandes informales no tienen acceso a la barata leche importada en polvo.
La lechería mundial lleva años disminuyendo el número de productores porque se están expandiendo las grandes fincas, año por año; con más y más animales de ordeño con lo que diluyen sus costos fijos.
En Colombia es casi imposible agrandar una finca en las zonas lecheras que son de minifundio y costosas, sería una tarea titánica y requeriría un capital inmenso, para un negocio que hoy como está no tiene futuro.
No sabemos si el Gobierno esté dispuesto a sacrificar a 200 o 300 mil familias que van irremediablemente a la quiebra, no creemos que pueda asumir este enorme costo social.
La solución a corto plazo es sin duda que se utilice la salvaguarda evitando que siga llegando leche importada subsidiada, de lo contrario se engrosaran los desempleados en las ciudades y las filas de la guerrilla en los campos.