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Fernando Durán Carvajal, criador de la raza cebuina lechera gyr

Foto: www.portaldogir.com.

cronica

“Criar ganado es una profesión de gusto, no de impulso”, F. Durán

por: - 31 de Diciembre 1969


Dicen que ser criador no es algo que se logra de la noche a la mañana. Pocos saben que esta es una profesión que va de generación en generación, en la cual el traspaso de conocimientos y prácticas son la clave para lograr, no en meses, sino en años, una verdadera evolución genética y productiva de una raza bovina.

Es el caso de Fernando Durán Carvajal, quien es criador de la raza cebuina lechera gyr. “Fui criado en medio de la boñiga, tenía pasión por el campo y luego me di cuenta de la dedicación que le doy a esta profesión: es de todos los días”. (Galería: Comercio de genética, una actividad clave para la ganadería)

Este médico veterinario y también ganadero, en 1988 fue a Brasil a realizar un posgrado. Allí comprendió las condiciones en las que estaba la ganadería, en especial la de la raza gyr, temas como la genética y productividad eran más avanzadas que las de los animales colombianos.

En la década de los 70 había llegado esa raza a Colombia, pero de muy mala calidad, además desde el año 76 las exportaciones de Brasil hacia Colombia estaban cerradas. A raíz de eso, en el 90 me junto con 4 empresarios ganaderos y formamos una sociedad, vamos a Brasil y hacemos la primera importación de gyr lechero moderno a Colombia en 1990, es decir que nos demoramos 6 meses e hicimos los trámites con el ICA (Instituto Agropecuario Colombiano) y trajimos 23 hembras, las cuales se sometieron a biotecnología reproductiva, como la transferencia de hembriones e inseminación artificial y logramos en estos últimos 20 años tener más de 2.000 nacimientos”, cuenta Fernando.

Para lograr dicho proceso se necesita de mucha dedicación, concentración, paciencia, análisis y estudio, así lo afirmó Juan Fernando Cardona, jefe nacional de Operaciones del Proyecto ‘Núcleos municipales de extensión en mejoramiento para pequeños ganaderos, Asistegán’ de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y el Fondo Nacional del Ganado, FNG.

He visto que los criadores más exitosos son los que vienen de generación en generación, es decir que padres, abuelos e hijos y han seguido con los mismos criterios y la misma meta: tener el mejor ganado. Para hacerlo, lo primero que se necesita es un proceso de selección de los mejores animales, tener buenos pastos, manejo de animales, gerencia administrativa y conocimiento genético”, indicó Cardona.

El funcionario de Fedegán-FNG  también explicó que para obtener un buen ejemplar se necesitan máximo 3 características genéticas para concentrarse en el mejoramiento de estas. (Galería: “Criar ganado es una profesión de gusto, no de impulso”, F. Durán)

Si se quieren mejores animales, se deben tener en cuenta máximo 3 características como ubres, patas, y capacidad corporal, por nombrar algunas; si se meten más, mejorar una de ellas es más difícil, por eso es mejor concentrarse en las más críticas, para eso hay metodologías como la clasificación, es decir darles puntajes a las partes que componen al animal; en el caso de las patas, la postura; en la capacidad corporal se miran qué tan estrechas están las costillas y el arqueo que tienen, de esa forma se sabe la capacidad que tiene el animal para aguantar a una cría; el pecho, así se sabe si tiene un buen corazón que bombee sangre; la trompa, si es muy puntuda come poco, si es ancha comerá más y se nutrirá más rápido, entre otros”.

Criar es una tradición familiar

Para Fernando, la cría de animales es la vida, ya que su padre también fue criador pero de raza brahman, aunque luego de sus estudios en Brasil la gyr lo atrajo, en especial por las bajas condiciones genéticas y productivas que tenía la especie en Colombia.

“Para mi significa la continuación de un trabajo en el país, donde estamos haciendo patria con el mejoramiento genético, busco aportarle a la ganadería nacional animales que sean superiores a la media existente latinoamericana, la cual es de 4 litros de leche y la raza gyr está en 11 litros por cada vaca al día, queremos hacer un país eficiente y más competitivo”, agregó el criador. (Lea: Obtener más y mejores crías, un verdadero trabajo de campo)

Frente a este tema Cardona comentó que “hay que tener los recursos para comprar ganado puro, infraestructura, cercas, árboles, el equipo de trabajo con cierto entrenamiento y competencias que le ayuden, porque aquí no se va a encontrar al mismo ganadero que maneje a los animales, aquí es el médico o el ingeniero quienes se sumergen en esta labor, esto es de dedicación”.

Durán Carvajal también dijo en diálogo con CONtexto ganadero que la tarea más ardua fue haber posicionado la raza, porque en el pasado esta especie no tenía una aceptación en el país, ya que no habían parámetros que fueran competitivos y comparativos. “Lo más difícil fue que nos aceptaran y fue con resultados, comprobamos que la gyr tenía una vocación de producir leche en el trópico. Hoy estamos en los gloriosos porque la raza se posicionó sola”, apunta.

Satisfacciones que van más allá de los obstáculos

Aunque una de las piedras en el camino que hay en esta profesión del perfeccionamiento genético de una raza es la parte económica, Durán aseguró que la falta de políticas agropecuarias de Estado son las que debilitan al sector.

Veo con tristeza el poco apoyo que hay por parte del sector estatal, voy a Brasil y allá los ganaderos tienen ayudas, son tratados de forma diferente porque son quienes producen los alimentos, tanto en la parte pecuaria como agrícola, a nosotros el Estado nos tiene abandonados; además no se puede cambiar de profesión de la noche a la mañana porque esto es lo que sabemos hacer”, agregó el criador.

Sin embargo; para Fernando más allá de las limitaciones que pueda tener el llevar a cabo esta actividad, el hacer patria a través del mejoramiento genético, como él asegura, será el futuro de la raza y de la ganadería nacional. “Hoy buscamos trabajar con biotecnología de última generación para tratar de ser más eficientes y productivos y también sobrevivir en los márgenes tan estrechos de rentabilidad”. (Lea: Inseminación, clave para una excelente genética ganadera)