El turismo es una actividad económica que genera no solo ingresos, sino aprendizaje cultural y experiencial para todo el que decide emprenderlo. El sector rural tiene el potencial para convertirse en un sitio turístico que tenga la connotación ecológica y sostenible, que ligado con los el cuidado de los recursos naturales, pueden ser el aliado perfecto para atraer tanto a extranjeros como nacionales. (Lea: Agroturismo ganadero, una alternativa para Semana Santa)
1. Taller de permacultura y bosques: Hoy en día este es un tipo de formación muy demandada, ya que se pueden crear espacios en donde los extranjeros aprendan sobre los principios y las prácticas de la permacultura.
Un sistema de diseño que busca crear ecosistemas/humanos sostenibles y armoniosos con la naturaleza.
Se pueden ofrecer cursos de diferentes temas como diseño, suelo, agua y energía, para que no solo se ofrezca una actividad educativa y transformadora a los clientes, sino que también se estará contribuyendo a la difusión y la aplicación de permacultura como herramienta para el cambio rural.
2. Observatorio de estrellas en zona rural: Se trata de ofrecer un espacio donde los viajeros puedan contemplar y aprender sobre el cielo nocturno, aprovechando la baja contaminación lumínica y atmosférica de las zonas rurales.
Para llevarlo a cabo se pueden instalar telescopios y ofrecer visitas guiadas, o talleres astronomía en los que se expliquen los fenómenos celestes, las constelaciones y los planetas, siendo una forma en la que no solo se ofrezcan una actividad original y fascinante a los clientes, sino que también se estará aportando a la protección y valorización de la naturaleza y el cielo como un recurso natural y cultural.
3. Red de turismo sostenible: Esta debe ser una iniciativa en la que se reagrupen diferentes actores del sector del turismo sostenible en determinada zona como alojamientos, restaurantes, empresas de actividades y productores locales. (Lea: Pasaporte rural, una apuesta por el turismo agropecuario)
La idea de esta unión es que se ofrezca una oferta integrada, diversificada y de calidad a los viajeros.
Los beneficios de crear una red de turismo rural son muchos porque se genera sinergia, se comparten recursos, se mejora la promoción, se fideliza a los clientes y se potencia el desarrollo local.
Para la creación de esta, se necesita contactar con los potenciales miembros de la red, definir los objetivos y las normas de funcionamiento, crear una marca y un canal de comunicación común y difundir el proyecto en redes sociales.