Fedegán “Ganadería del trópico bajo: un negocio de ganadores”, Ganadería doble propósito: un buen negocio para el caribe, Características de un ordeñador, CONtexto ganadero. Ganadería colombiana
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Conozca las características del equipo humano del ordeño

Por - 28 de Febrero 2023

El manejo de hembras de ordeño exige un hombre tranquilo, enamorado de las vacas, consciente de la importancia del orden, de la limpieza y su dominio sobre las mismas.


El manejo de hembras de ordeño exige un hombre tranquilo, enamorado de las vacas, consciente de la importancia del orden, de la limpieza y su dominio sobre las mismas.   Siguiendo con el tema de llevarle al lector aspectos relacionados con el doble propósito a través de los Foros que Fedegán está adelantando sobre el tema "Ganadería doble propósito: un buen negocio para el caribe", un aspecto interesante que comenta Luis Guillermo Fuentes González, médico veterinario de la Universidad Nacional, en la publicación de Fedegán “Ganadería del trópico bajo: un negocio de ganadores” es el relacionado con el equipo humano de ordeño.   Las vacas se parecen a su manejador   Infortunadamente este tipo de hombre es bastante escaso y requiere de un patrón igualmente consciente de la necesidad de formar recurso humano bajo condiciones laborales dignas y estimulantes.   La inestabilidad, la falta de compromiso y la desidia causan estragos en el equipo humano de ordeño de cualquier lechería. Lo indispensable es entonces un fortalecimiento en la parte del grupo, ya que el mayor limitante de cualquier proceso productivo es el elemento humano.   El lugar de ordeño debe pensarse y construirse de acuerdo con las mismas condiciones básicas que merece el proceso de obtención de un alimento para humanos, en tanto es muy susceptible a contaminaciones y daños.   Al lado de estas condiciones de inocuidad, es importante que además ofrezca otras relacionadas con la manera digna y adecuada que debe realizarse un trabajo que tiene exigencias físicas para quien lo ejecuta.   Formar un buen ordeñador requiere inversión, voluntad, decisión y mucha paciencia.   El promedio de vacas que un hombre puede ordeñar por jornada es de 25; este dato debe tenerse en cuenta para no excederlo y así tener que enfrentar pérdidas en producción además de problemas con los animales que resulten ordeñados de mala manera.   Generalmente se practican "economías costosas" o se quiere forzar situaciones de aparente rendimiento en el ordeño, causantes de importantes pérdidas.   En la medida en que la vaca sea más lechera, más exigencias habrá con su ordeño, casi nunca estará bien ordeñada, lo que es sinónimo de pérdidas. Debemos tener claro que pueden ser mayores las pérdidas ocultas que las visibles.

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