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Foto: biblioteca.uaa.m

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Conozca las lesiones más frecuentes en los pezones de las vacas

por: - 31 de Diciembre 1969

En ganado de leche, es común encontrar la presencia de laceraciones en la piel de la ubre y cambios en los pezones, canal o conducto del pezón. El ganadero tiene la obligación de realizar un buen cuidado y manejo del animal.

En ganado de leche, es común encontrar la presencia de laceraciones en la piel de la ubre y cambios en los pezones, canal o conducto del pezón. El ganadero tiene la obligación de realizar un buen cuidado y manejo del animal.   Las glándulas mamarias son consideradas como el motor que hace que los animales sean productivos, por ende es importante que los productores conozcan el tipo de lesiones que pueden sufrir y la manera de evitarlas.   Lesiones de origen infecto - contagioso   Giovanni Pinilla, médico veterinario, productor y miembro de la Asociación de Ganaderos de Ubaté, explicó que enfermedades como la mastitis, pueden deberse a factores medioambientales. En temporadas delluvias, los pezones pueden tener contacto con barro, fango, suciedad del piso, lo que produce laceraciones en esa área. (Lea: Inflamación de la ubre en una novilla: ¿mastitis o edema?)   Ernesto González Cely, ganadero y médico veterinario, aseveró que las enfermedades infecciosas y virales como la viruela, que producen una degeneración hidrópica del pezón, hacen que ya sea en el ordeño manual o mecánico, la vaca sienta dolor o por consecuencia se derive una mastitis.   “Por lo general, la estomatitis y la fiebre aftosa afectan también los epitelios de los pezones”, afirmó el ganadero y médico veterinario.   Las lesiones en los esfínteres y glándulas mamarias que son generadas por la estomatitis, pueden causar menos mortalidad que la aftosa, pero quizás más pérdidas económicas.   Lesiones de origen traumático   El miembro de la Asociación de Ganaderos de Ubaté comentó que en las ganaderías es muy común usar alambres lisos o de púas y las vacas se pueden lastimar con estos elementos, generando traumatismos, laceraciones y amputación de pezones, que son muy complicadas de solucionar o de curar, pues están ubicadas en un órgano que está en uso constantemente. (Lea: Control de mastitis en vacas se debe hacer mínimo cada 15 días)   González Cely coincidió con su colega y aseguró que las laceraciones que deriven en la salida de leche requieren la utilización de una técnica de sutura que garantice que no se vaya a filtrar el líquido posterior a la curación.   Por otro lado, anotó que cuando las vacas dan cría, por efecto de los dientes y de la succión de los cuartos que hacen los terneros en los primeros 10 o 15 días, sepuede generar algún tipo de lesión o irritación.      Lesiones de origen anatómico   El ganadero de Ubaté expuso que hay vacas con pezones muy largos o con ubres muy caídas que al momento de echarse o levantarse, hacen que ellas mismas se golpeen o se corten con sus pezuñas.   “Si estamos usando inseminación artificial, podemos escoger reproductores o toros que nos mejoren la anatomía de las ubres, es decir, que nos produzcan terneras con muy buenos ligamentos, con pezones no muy largos y con baja incidencia de mastitis”, sostuvo. (Lea: Conozca el momento de descartar una vaca con 3 pezones)   Lesiones de origen mecánico   Pinilla indicó que cuando los equipos de ordeño o pezoneras se caen al suelo pueden perder vacío y si no se limpian o desinfectan adecuadamente producen contaminaciones con bacterias que a su vez se reflejan en infecciones ascendentes por el pezón.   También dijo que cuando se realiza un ordeño mal calibrado, donde el vacío no es el adecuado o en donde no hay intermitencia entre el vacío o el descanso, va a hacer que el pezón o el esfínter se lesione.   Añadió que el ordeño excesivo, es decir, cuando se deja la maquina por mucho tiempo luego de que la glándula ya se haya vaciado, va a producir una hipersensibilidad en la punta del pezón que también va a lastimar el esfínter.   Los expertos recomiendan a los ganaderos realizar un trabajo de control sanitario y de bienestar animal muy completo que permita que las vacas tomen confianza en los procesos y no se deba recurrir a utilizar elementos que las puedan lastimar. (Lea: Conozca cómo las vacas se acostumbran a rutinas de ordeño)