Control de desinfección no es serio, denuncian ganaderos de La Dorada

Hay una persona sola del ICA sin compañía de la Policía Nacional. La gente no lo respeta. Los carros no se detienen para que sean desinfectados.    “Al Gobierno se le hace fácil ampliar la cuarentena en las zonas de La Dorada, Cimitarrá, Puerto Berrio y Puerto Boyacá, durante 18 días más, pero los ganaderos somos los que salimos perjudicados”.   Así lo manifestó Carlos Villarreal, vicepresidente del Comité cebuista de La Dorada, quien dijo que el Gobierno no le ha dado la suficiente importancia al problema sanitario de la región.   Recordó que la región se encuentra en cuarentena desde el 14 de julio de 2017 y fuera de eso la ampliaron.   Hay un mal manejo de los puestos de control. “No son estrictos”, afirmó Villareal.   Sostuvo que debería ser algo más serio, que esté acorde a la situación. (Lea: Conozca el protocolo de limpieza y desinfección de instalaciones y vehículos de ganado)   “En reuniones con los funcionarios del ICA les he planteado este problema, pero no lo resuelven”, manifestó.   Una persona sola   “Hay una persona sola en la carretera del ICA que le hace la parada a los carros y el que quiere parar lo hace y el que no sigue su rumbo”, expresó el dirigente.   De acuerdo con Villareal, al funcionario que se encarga de la desinfección no lo respetan, la gente pasa y lo empuja porque les dice que se detengan.   “Debería estar acompañado de un grupo de policías de tal manera que se vea que la situación es estricta y que se está obrando para solucionar el problema sanitario”, sostuvo Villareal.   Consideró que la falta del control en la desinfección está perjudicando a la ganadería de la región. (Lea: Importancia de la descontaminación de los corrales)   Se mostró preocupado por esa situación y dijo que ojala eso no vaya a generar más focos de aftosa.   Dijo que la situación de la región es muy grave porque la ganadería es la principal actividad comercial y se encuentra congelada.   Serían 48 días en cuarentena sanitaria en las que no se puede hacer nada y los ganaderos cada vez se ven más acosados por no poder cumplir con sus obligaciones laborales y financieras.