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Foto: INTA.

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La cerveza, una gran aliada para combatir plagas

por: - 31 de Diciembre 1969

Frente a la presencia de insectos en la huerta, esta bebida fermentada permite minimizar los daños que provocan las babosas y los caracoles. La clave es implementar una estrategia integral desde una mirada agroecológica.

Frente a la presencia de insectos en la huerta, esta bebida fermentada permite minimizar los daños que provocan las babosas y los caracoles. La clave es implementar una estrategia integral desde una mirada agroecológica.   Con la capacidad de comer hasta la mitad de su peso en una noche, las babosas son el terror de jardines y huertas. Junto al caracol, estos moluscos prefieren la noche y la humedad. Por eso ya en las primeras semanas de mayo –con el descenso de las temperaturas, la persistencia de las lluvias y la menor disponibilidad de luz– los insectos salen de sus cuevas a atacar. (Lea: Alimente a sus vacas con donas y afrecho de cerveza)   “Según el tipo de planta, su tamaño y la cantidad de insectos, los caracoles le pueden dar una linda paliza”, dijo Francisco Pescio, extensionista del INTA en el Área Metropolitana de Buenos Aires y coautor del libro Mi casa, mi huerta. Por si quedaran dudas, en seguida agregó: “Pueden dañar seriamente a las plantas de la huerta, como es el caso de la acelga –a la cual le comen toda la hoja–, crucíferas o plantines recién trasplantados”.   La amenaza es real. De acuerdo con el artículo Plagas emergentes en siembra directa, de Dora Carmona –especialista del INTA Balcarce, Buenos Aires–, se registraron daños de hasta el 80 % producidos por caracoles y babosas en cultivos como girasol y soja. “Un pequeño número de especies son plagas para la agricultura, con efectos significativos sobre especies hortícolas y florícolas”, se lee en la Serie de divulgación sobre insectos de importancia ecológica, económica y sanitaria editada por el grupo Ecología de Poblaciones de Insectos del INTA Bariloche.   Así, el control de plagas es una actividad central en el manejo de una huerta y, cuando se trata de planteos agroecológicos, el desafío es aún mayor. En ese contexto, la cerveza aparece como un aliado insospechado para combatir a las babosas y caracoles. (Lea: La cebada, subproducto energético y proteínico para el ganado)   “Se trata del método Bon Scott”, dijo Pescio, con una referencia al primer cantante de la banda de rock AC/DC, quien falleciera por intoxicación etílica. Es que, siguiendo al técnico, las trampas de cerveza son uno de los métodos caseros más efectivos para controlar a estos moluscos.   De acuerdo con Laura Tanzariello, la coordinadora nacional del ProHuerta –el programa que el Ministerio de Desarrollo Social de Argentina  y el INTA conducen hace 26 años–, “el aroma de la malta fermentada atrae a los caracoles y eso permite capturarlos”. La trampa es sencilla, se hacen pequeñas piletas, con una latita de paté o de atún, que se entierran junto a la planta afectada. “El recipiente se llena de cerveza hasta el tope y las babosas van a caer ahí”, explicó Tanzariello.   Por mucho que les guste la cerveza, es posible engañar a los moluscos con una alternativa más doméstica: una mezcla de agua, azúcar, harina y levadura conseguirá los mismos resultados. Lo central, insistió Tanzariello, es que el control de plagas sea integral: “No hay que tirar químicos ni venenos. Así se arruina la huerta agroecológica y también se pierde la posibilidad de tener un alimento sano”. (Lea: Beneficios y cuidados a la hora de suministrar afrecho de cerveza)   De ese modo, para la especialista, uno de los principios fundamentales del manejo integral de plagas en una huera es “conocer a todos los insectos para manejar las diferentes problemáticas, porque la intención no es erradicarlos, sino trabajar con ellos de manera integral y amistosa”.