Devastación por cuenta del verano es total en norte del Atlántico

La desesperanza parece ser el común denominador entre los habitantes de esta zona del departamento, quienes llevan más de 8 meses esperando que llueva y el mismo tiempo solicitando algún tipo de ayuda por parte del Gobierno.   Difícilmente el panorama podría ser más desolador por estos días en el norte del Atlántico, una zona en la que el prolongado e intenso verano tiene padeciendo a los habitantes todo tipo de problemáticas por la falta de agua, de alimento y de condiciones mínimas para sus animales.   El porcentaje de precipitaciones ha disminuido hasta en un 95 % y, adicionalmente, la zona es altamente vulnerable a los vientos alisios que azotan la geografía del litoral. (Lea: ¿Se imagina más de 200 días sin lluvias y a más de 30 °C?)   “No basta con que desde el pasado mes de noviembre de 2014 no se presenten precicipitaciones, sino que ahora vemos como la constante entrada de corrientes marinas viene generando un efecto devastador sobre las pasturas, las cuales dejar de ser útiles en menos 30 días cuando no llueve”, aseguró Javier Felipe Ruiz, funcionario del Fondo Nacional del Ganado en la región.   Varios productores le han manifestado a CONtexto ganadero que como consecuencia de la falta de lluvias se ha hecho evidente el deterioro de los sistemas de producción ganadera, lo que se produce por el desabastecimiento de alimento y suministro de agua.   “Los reservorios se encuentran secos, al igual que los pozos artesanales que hay en la región. Esta compleja situación ha causado en desequilibrio permanente en todos los escenarios productivos y ambientales”, anotó el funcionario. (Lea: Oferta de ganado gordo continúa disminuyendo en Atlántico y Cesar)   Hasta la semana pasada, según información del gremio ganadero, en el Atlántico se había registrado la muerte de al menos 300 animales y el desplazamiento de 6.350 a lugares con mejores condiciones. Igualmente, más de 37 mil hectáreas han resultado perjudicadas por las elevadas temperaturas.   Otro de los problemas que genera el verano en el departamento es la venta especulativa de los semovientes, “algo a lo que han tenido que llegar muchos productores para evitar que sus hatos desparezcan y que sus pérdidas sean incluso mayores ques las registradas hasta el momento”, destacó Ruiz.

Desde la Asociación de Ganaderos de la Costa Norte, Asoganorte, y la Federación Colombiana de Ganaderos Fedegán, han reiterado la necesidad urgente de contar con bodegas de alimentos, espacios que les permitan a los productores conseguir suplementos bovinos a bajo costo con los que puedan garantizar la subsistencia de sus animales. (Lea: Piden no sembrar arroz por temporada seca en regiones del Caribe)  

De igual manera, los productores coinciden en la importancia que se le debe dar a la estructuración de planes a mediano y largo plazo que permitan la recuperación de los ecosistemas que están siendo seriamente desgastados por el surgimiento de actividades extractivas tales como la minería de carbón vegetal.