Óscar Cubillos Pedraza, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, reveló que funcionarios del Invima socializó el decreto en la pasada reunión del Consejo Nacional de la Cadena Cárnica Bovina ante la prevención natural del gremio y la industria frente a lo que significa la reapertura de mataderos que ya habían sido clausurados porque no cumplen con los lineamientos sanitarios del Decreto 1500.

El decreto, que regula las plantas de autoconsumo, ha sido objeto de atención y discusión en la industria ganadera. Cubillos destacó que el Invima ha detallado más la normativa, generando un análisis más completo y favorable. Según Fedegán, este decreto trae consigo beneficios, especialmente al facilitar una mayor oferta de carne en el país a través de la infraestructura adicional de frigoríficos.

«Uno de los beneficios más evidentes es que se le pueda suministrar más oferta de carne al país porque hay más infraestructura de frigoríficos a través de las plantas de autoconsumo. Y, sobre todo, que se le pueda suministrar las regiones carne decente en condiciones de inocuidad y salubridad», anotó el experto. (Lea en CONtexto ganadero: Reapertura de plantas de beneficio es una política centrada en el gana-gana)

Otros de los aspectos clave resaltados por Cubillos es el potencial positivo del decreto en la lucha contra el sacrificio clandestino. Al permitir una mayor oferta de carne con condiciones de refrigeración e inocuidad adecuadas, se espera reducir la práctica clandestina del degüello, que no solo representa un desafío significativo para la industria sino un problema de salud pública y de seguridad en el sector rural.

El funcionario de Fedegán subrayó que el éxito de esta normativa depende en gran medida de los entes territoriales, específicamente de las secretarías de Salud. Si no se realiza una supervisión adecuada y un seguimiento riguroso por parte de estos entes, la efectividad del decreto podría verse comprometida. La posición del gremio cúpula de la ganadería es clara: sin control efectivo, este decreto podría estar condenado al fracaso.

«El punto crítico es que los entes territoriales hagan la tarea a través de las secretarías de Salud. Si estas secretarías no le ponen el ojo a esta medida y la incorporan y le hacen seguimiento, ahí va a haber un posible fracaso. Todo el éxito depende de los municipios», apuntó. (Lea en CONtexto ganadero: Decreto 2016 puede poner en riesgo los mercados de exportación y es un golpe a la salud pública: Andrés Valencia)

Cubillos también abordó la posición de la industria en cuanto a los requisitos sanitarios que deben cumplir estas plantas de autoconsumo, pues todavía existen algunas diferencias con respecto a aspectos específicos, como el certificado de operación. Por ahora, el Invima aclaró que estas plantas solo funcionarán dentro de su respectivo municipio de categoría 5 y 6. Si quieren vender a otro municipio, deben hacerlo con permiso del instituto.

«Los frigoríficos tenían reservas de que se genere una competencia desleal y claro, tienen toda la razón allí. En ese sentido, el decreto da un parte de tranquilidad en el sentido de que las plantas de autoconsumo están dirigidas a municipios categoría 5 y 6, en tanto que las nacionales pueden operar en el resto de municipios. Al igual que Fedegán, la industria también pide que haya supervisión, vigilancia y control a estos sitios y que haya una lucha efectiva contra la clandestinidad», remató.