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Cómo hacer yogur natural casero lleno de probióticos: receta saludable y fácil

21 de Febrero 2022

El yogur es un alimento sano y nutritivo. Es ideal para la flora intestinal, para reforzar nuestro sistema inmune y para el crecimiento de los peques. En muchos hogares se consume a diario por lo versátil que es: nos soluciona un antojo, nos sirve de postre y vale para elaborar un sinfín de recetas. Sin embargo, hay que prestar atención cuando vamos a los supermercados. Sus yogures comerciales suelen llevar aditivos y no ser tan sanos como nos cuentan. Por eso, te quiero contar de qué está hecho un buen yogur natural, por qué deberías evitar los yogures industriales y cómo hacerlo en casa de forma saludable.

¿Qué es el yogur natural?

El yogur es un alimento que se obtiene gracias a la fermentación de la leche. Como ya te conté en otra ocasión, la fermentación es un proceso químico que ocurre cuando varias sustancias interaccionan entre sí y dan lugar a la aparición de un fermento u hongo. En el caso del yogur, se trata de unas bacterias beneficiosas para nuestros sistemas digestivo e inmune.

Por eso decimos que este alimento es un probiótico natural, ya que contiene microorganismos vivos que refuerzan nuestra microbiota (es decir, las bacterias buenas que permiten a nuestro cuerpo realizar correctamente algunas funciones, como la digestión).

«Sara, ¿todos los yogures son naturales?»

Hablamos de yogur natural cuando está hecho con los ingredientes básicos, sin aditivos ni otros añadidos que alteran su sabor. Por otro lado, no todos los yogures son igual de saludables.

¿Por qué hacer yogur natural casero?

Soy una gran aficionada a hacer todo lo que puedo de forma casera. Así sé que lo que como es sano, conozco la procedencia de los ingredientes y reduzco los residuos. Me llevo las manos a la cabeza cada vez que pienso en todo el plástico que se desperdicia con los yogures industriales. En el caso de estos alimentos, es especialmente importante prepararlos en casa para conservar sus propiedades.

¿En qué se diferencian los yogures caseros de los yogures comerciales?   Las grandes marcas suelen hacer sus alimentos con la finalidad de que duren mucho tiempo para facilitarnos el estilo de vida frenético que llevamos. Sin embargo, en el proceso de elaboración de la mayoría de yogures industriales se pierden los probióticos que contienen de forma natural.

¿Por qué ocurre esto?   Transcurrido cierto tiempo, las bacterias contribuyen a la degradación de los alimentos (incluso las que son buenas, como en este caso). Por este motivo, los fabricantes someten sus yogures a procesos de pasteurización a altas temperaturas que destruyen por completo esas bacterias responsables, entre otras cosas, de reparar y mantener nuestra flora intestinal. Es decir, duran más pero pierden sus propiedades.

A menudo, los yogures comerciales son postres hechos a base de lácteos que no tienen organismos saludables, pero están llenos de azúcares, aditivos y colorantes artificiales que no son de lo más idóneo para nuestra salud.

¿Para qué hacer yogur natural en casa?

La respuesta es sencilla.

Cuando preparamos yogures en casa, están llenos de organismos vivos beneficiosos para nuestro cuerpo y podemos aprovechar al máximo sus propiedades. Aquí van algunas de los yogures con probióticos:

  • Facilitan nuestras digestiones.
  • Fortalecen los huesos y los dientes gracias al calcio, ideal para que los peques de la casa crezcan sanos y fuertes.
  • Debido al proceso de fermentación, la lactosa se transforma en ácido láctico, que es estupenda para controlar enfermedades estomacales como la gastroenteritis.
  • Contienen vitaminas B y D, cuyas propiedades se conservan mejor gracias a los probióticos.

Bastante bien, ¿verdad?. Ahora que sabes por qué te recomiendo hacerlos tú mismo, te cuento mi método.

¿Cómo hacer yogur natural en casa?

¿Es posible hacer yogur barato en casa?

La respuesta es sí, ya que solo necesitas unos pocos ingredientes que habitualmente tenemos a mano. Además, hacer yogur es fácil. Ya verás. Solo necesitas estos ingredientes:

  • 1 litro de leche fresca (mejor si es entera)
  • 1 yogur natural (vale uno cualquiera de supermercado, solo lo necesitamos de iniciador para el primer yogur porque luego usaremos el nuestro para próximas veces)
  • 100 mililitros de nata líquida para montar (opcional)
  • 2 cápsulas de probiótico, que puedes encontrar en supermercados, herbolarios y farmacias (opcional)

Es tan sencillo como mezclar todos los ingredientes en un tupper de vidrio (preferiblemente de borosilicato, ya que es un material inocuo que no migra partículas).

Como no soy nada amante de las normas suelo utilizar lo que tenga en casa para hacer mi yogur natural. A veces echo nata, otras veces no. Y lo mismo me ocurre con los probióticos porque si utilizas un buen yogur para iniciar el proceso ya tienes los probióticos ahí. A continuación, introduce la mezcla en un deshidratador de alimentos entre 40-50 ºC de 6 a 10 horas. Arriba, algunos de mis deshidratados en tuppers al vacío que puse para enseñártelos en la foto. Por muchas ganas que tengas de ver cómo va el proceso, ten paciencia y no abras la puerta hasta que acabe por completo.

De lo contrario, interrumpirás la fermentación, que requiere de una temperatura constante. Así de sencillo es hacer yogur natural en casa. Acuérdate de guardar un poco para utilizarlo como iniciador la próxima vez que lo prepares que te sirve como iniciador del yogur nuevo que quieras fabricar. Gracias a los probióticos naturales, duran hasta 7 días en perfecto estado en la nevera porque no necesitan conservantes artificiales.

Antes de pasar a explicarte por qué el deshidratador es mi método favorito para elaborar yogur casero, quiero recordarte que es esencial utilizar leche fresca animal.

«Vamos a ver, ¿no vale la leche de toda la vida ni la leche vegetal?»

Si buscas un yogur lleno de probióticos, debes utilizar leche fresca porque está pasteurizada a baja temperatura para eliminar solo los microorganismos nocivos y mantener las bacterias buenas. En esta receta, la leche vegetal no sirve, ya que se obtiene estrujando ingredientes y no contiene ácido láctico. 

Artículo tomado del siguiente enlace.