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España: Sanidad paraliza la regulación de la venta de leche cruda

30 de Julio 2018

El Ministerio de Sanidad ha paralizado la regulación de la venta de leche cruda, según ha confirmado el organismo a este periódico. Esta medida surge una semana después del Decreto aprobado por la Generalitat que permitía y regulaba la venta directa al público, sin tratar y recién ordeñado, de este alimento. Algo que ha traído aparejada una gran polémica en los últimos días por las posibles consecuencias que puede traer aparejada a la salud del consumidor final.   Este Decreto responde a la voluntad del sector ganadero para que los productores de leche puedan valorizar sus producciones y a la del Govern para ayudar a diversificar las explotaciones ganaderas, así como fortalecer el sector lechero catalán.   Desde el Ministerio explican que esta paralización se debe “a un borrador de Real Decreto que se ha venido trabajando en los últimos meses y que el actual Gobierno se ha encontrado en trámite”.   Los ganaderos, a favor   La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) defiende la venta directa de leche cruda por parte de las explotaciones ganaderas españolas, según ha informado en un comunicado.   “Los ganaderos podemos suministrar sin ningún problema un producto sobre el que existe un interés creciente”, ha asegurado el secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla, que ha señalado que es “urgente” la aprobación de una normativa nacional que deje claras las normas a los ganaderos y “dé todas las garantías” a los consumidores.   ¿Es segura o no?   Hasta finales de los 70, cuando comenzó a generalizarse el tratamiento UHT -calentar el producto a más de 135 °C (275 °F)- que permitía su almacenaje durante meses, la leche era un producto con una vida útil muy breve y que se adquiría directamente del caserío o en establecimientos que la comercializaban en bolsas sin tratamiento alguno. En ambos casos, las sencillas y obligatorias normas de uso eran las mismas: hervir el producto y consumirlo antes de tres días.   Un informe de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) advierte de que la pasteurización “es el único método eficaz que garantiza la eliminación y control de los microorganismos patógenos” en la leche.   El principal peligro, según reseña el comité científico, es la presencia de Listeria monocytogenes, una bacteria que puede desencadenar una grave enfermedad en niños, personas con el sistema inmunitario deprimido y embarazadas, con riesgo de serias lesiones para el feto. También existe peligro de contagio por Salmonela, Campylobacter y E. Coli, microorganismo patogeno presente en las heces, y hasta es posible contagiarse de tuberculosis y brucelosis (fiebre de Malta).   Factores de riesgo que obligan a educar al consumidor sobre la necesidad de “hervirla previamente a su consumo, enfriarla rápidamente y consumirla en el plazo de tres días”. Y no olvidar otros aspectos de sentido común, como “no volver a rellenar el recipiente originario donde hemos traído la leche sin limpiarlo previamente”. Un descuido que nos puede salir caro.   Entonces, ¿es seguro? “Nada es bueno y nada es malo en sí mismo. La leche cruda tiene una serie de evidentes beneficios inherentes a un producto que no ha llevado ningún tratamiento térmico agresivo, como el que han pasado las que encontramos en el supermercado, pero también es cierto que garantizar en casa su seguridad es añadir un cierto engorro a las tareas domésticas… Si tenemos cuidado con los dos puntos críticos, el hervido y el enfriamiento, no habría ningún problema”, explica el experto.   Texto original en el siguiente enlace.