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Expertos recomiendan consumir de dos a cuatro lácteos al día

12 de Noviembre 2013

La Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad) recomienda ingerir de dos a cuatro porciones de lácteos al día, preferentemente yogures, para suplir la falta de calcio de la que adolece el 35 % de la población española.

Así lo establece el estudio de la Fesnad sobre el déficit de calcio de la sociedad española, que ha presentado hoy el vicepresidente primero de la institución, Luis Moreno, quien ha destacado que entre el 20 y el 40 % de los niños del país consume un número de raciones de lácteos inferior a la recomendada, un porcentaje que aumenta entre la población adolescente y que se sitúa entre el 30 y el 45 % en los adultos.

Según las conclusiones a la que ha llegado la Fesnad, tras revisar más de 250 publicaciones científicas sobre la materia, los niños y los adultos deben ingerir al día entre dos y tres porciones de lácteos, cifra que ha de aumentar a entre tres y cuatro raciones en adolescentes y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia o menopausia, mientras que para los adultos se aconsejan entre dos y cuatros tomas.

Moreno ha destacado que los lácteos proporcionan un elevado contenido de nutrientes en relación a su valor calórico y ha recomendado diversificar su consumo porque ello permite ingestas más adecuadas de nutrientes.

Sin embargo, ha subrayado las propiedades beneficiosas que tiene el yogur, incluso para quienes presentan algún grado de intolerancia a la lactosa, lo que le convierte en un alimento apropiado para todas las etapas de la vida que, en sus versiones semidesnatada y desnatada, aporta múltiples beneficios con un aporte reducido de energía y grasas.

El vicepresidente primero de Fesnad ha afirmado que no es recomendable retirar la grasa de la dieta de los niños menores de dos años, dados los beneficios que les reporta a su desarrollo cerebral, por lo que ha descartado que sea aconsejable que ingieran lácteos desnatados antes de esa edad.

Luis Moreno también ha aludido a la alta digestibilidad que tiene el yogur, respecto de la leche, y ha destacado que, además, ayuda a prevenir y disminuir la incidencia y duración de enfermedades infecciosas gastrointestinales en niños, así como la aparición de diarreas asociadas al uso de antibióticos.

El catedrático de la Universidad de Zaragoza ha explicado que estos hábitos alimenticios de la población española respecto al deficiente consumo de lácteos no son nuevos ni se pueden relacionar con la crisis económica, ya que se remontan a hace al menos veinte años.

Según Moreno, lo que ocurre es que, en general, en la población infantil, el consumo se adapta relativamente a las necesidades hasta los siete y ocho años, cuando los padres todavía tienen el control de la alimentación de los hijos, que se va perdiendo progresivamente, hasta llegar a la adolescencia, cuando el consumo baja en una cantidad muy importante, pese a que en esa etapa la ingesta debería aumentar.

Fuente: FEPALE