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¿Son buenos los lácteos? Sí, no y por qué

14 de Noviembre 2022

Lácteos es la palabra que se utiliza para catalogar todos los productos hechos a partir de la leche o que derivan de la misma. Es decir, el yogur, la mantequilla y la nata, por citar los que son más comunes.     Su valor nutricional y/o beneficios son temas muy controvertidos y se debate si su consumo es adecuado o no, ya que la ciencia no ha dado una respuesta sólida sobre si es bueno o malo consumirlos. Para muchos seguidores de la dieta natural, los lácteos no son saludables pero la realidad es que existen muchos matices en el estilo de vida natural donde sí se permite su consumo y con argumentos muy válidos sobre sus beneficios que prevalecen sobre sus efectos negativos en el organismo.     La razón por la que personalidades como el profesor Loren Cordain se fundamentan en contra de los lácteos es porque en primer lugar generan una respuesta insulínica que puede llevar a padecer resistencia a la insulina. Sin embargo, todos los alimentos generan una respuesta hormonal en nuestro organismo y no hay un estudio científico que demuestre que existe una relación entre consumir lácteos y la resistencia a la insulina. De hecho, esta respuesta insulínica que genera la leche es muy sana para los atletas en recuperación.     En segundo lugar, los lácteos son poco tolerados por la mayoría de los personas y es porque uno de los componentes esenciales de la leche es la lactosa, es decir el azúcar de la leche. Para que se pueda digerir la lactosa correctamente necesitamos una enzima llamada lactasa que se produce en el intestino delgado y, si nuestro cuerpo no la produce o produce poca, la lactosa no es asimilada y genera intolerancia a la lactosa.     Ahora bien, cuando los lácteos se consumen orgánicos, de vacas alimentadas con hierba y enteros, es decir, sin desnatar o refinar, son muy saludables, ricos en nutrientes, fuente de vitaminas solubles, ácido linoleico, pueden ayudar a reducir el riesgo a padecer enfermedades y, cuando son fermentados, son ricos en probióticos -bacterias buenas para la salud gastrointestinal del organismo-.     Dentro de una Dieta saludable y especialmente dependiendo del nivel de tolerancia de cada individuo, los lácteos pueden introducirse con cautela y siempre los de más calidad. Por ejemplo, la mantequilla es una grasa de alta calidad, muy saludable y fuente de ácidos Omega 3 y vitamina K2. Sin embargo, si somos intolerantes a la lactosa o padecemos alguna enfermedad auto inmune, es mejor evitarlos y tener una supervisión médica correcta para evitar agravar nuestra condición.     Aconsejamos no beber leche si te sienta mal, pero sí mantequilla de vacas alimentadas con hierba, yogur griego entero, nata y nata agria y quesos madurados como el parmesano, frescos como la burrata o mozzarella y en especial los quesos cremosos de Los Alpes suizos que se elaboran con leche cruda. En definitiva, ¿son saludables los lácteos? Depende de cada uno, de cómo los tolera y qué productos está consumiendo. Nuestra recomendación es que probéis y escuchéis lo que os dice vuestro cuerpo, tanto con los lácteos como con cualquier alimento.     Artículo tomado del siguiente enlace.