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El objetivo 2019: exportar, exportar, exportar

Por - 28 de Febrero 2023

El objetivo central en el que debe focalizarse la ganadería, el año que viene, debe ser ese. De cumplirse, este permitirá que otras acciones beneficiosas recaigan sobre nuestras cadenas de valor.

La tarea no solo exige concentrase en las exportaciones que puedan realizarse en carne y animales vivos, sino también en productos del sector lechero, especialmente de su industria transformadora que deberá mostrar cifras atractivas en los envíos al exterior.   En el caso cárnico, será perentorio salir de la problemática aftosa, retornar a nuestro estatus y recuperar mercados de alto valor para las exportaciones de carne. El potencial existe, y superado lo sanitario, las herramientas estarían dadas para que en los próximos años las expo sumen al menos USD 500 millones. De hecho en 2008 la cifra superó los USD 755 millones y en 2009 los USD 632 millones.   La cifra de los USD 500 millones no es caprichosa. El mismo Gobierno Nacional en 2014 le había establecido al sector una meta de USD 444 millones para 2018 en el marco de los Proyectos de Interés Nacional y Estratégico (PINES). Desafortunadamente volvió la aftosa, y todo lo demás es conocido.   En el caso de animales vivos, personalmente me gustaría que todos los bovinos en pie que se enviarán al exterior, lo hicieran en forma de carne, con un valor agregado que puede otorgar más rentabilidad al negocio. Sin embargo, el que manda es el mercado, y si países como Jordania o Líbano continúan con tal demanda, debe aprovecharse. De hecho, las exportaciones de animales en pie han sido la línea de negocio que le ha dado respiro a la ganadería en temporadas críticas.   Ahora bien, el tema cambiario será el elemento estratégico para que los comercializadores de animales vivos, decidan o no, comprar en nuestro mercado. Y nuestra tasa de cambio, en un país medianamente petrolero, dependerá mayormente del precio del barril.   Tanto en carne como animales vivos la consideración es bien importante por el lado de la demanda, pues el mundo necesita lo que nosotros tenemos. Estoy convencido que la prospectiva para 2019 resultará muy atractiva en las dos líneas de negocio.   En el caso lechero la situación es bien diferente. Lo primero que tendrá que definirse es que queremos exportar. Vale recordar que el mercado de las leches en polvo ya tiene dueños en el mundo: Nueva Zelanda, EE.UU. y UE, y competirles a un nivel por ejemplo hoy de USD 2.600 por tonelada es realmente imposible. ¿En qué enfocarse? ¿Productos diferenciados?   Tampoco puede olvidar el sector exportador lechero que el factor de cambio hoy es muy favorable para hacerlo: no dejemos pasar la oportunidad. Sin embargo, aquí viene el matiz para el sector lácteo. No solo será exportar, sino también cuidar el mercado interno de los embates de la producción importada que en trece días arrancan con nuevos y más grandes contingentes.   Vale la pena que 2019 sea el año de pasar a acciones concretas de exportación. ¿Lo podemos hacer?: sí. ¿Existen herramientas para hacerlo?: sí. ¿Lo hemos logrado antes?: sí. Entonces, manos a la obra.   Feliz Navidad 2018.