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Innovación regional para el desarrollo ganadero

Por Carlos Germán Osorio Neira - 12 de Mayo 2020

Interesado en escribir sobre el rol de la asistencia técnica en el sector ganadero, decidí elaborar una encuesta que fue respondida por 60 personas de todas las regiones, incluyendo empresarios, líderes gremiales, asesores expertos, directivos de asociaciones de pequeños productores y algunos académicos. A todos ellos mi agradecimiento.

El conjunto de las 60 opiniones permite concluir que la asistencia técnica desempeña un rol importante en la tecnificación y desarrollo del sector, siempre y cuando esté ligada a otras acciones como la capacitación del personal de las fincas, la educación impartida en los colegios de los municipios, la empresarización de las explotaciones, la disponibilidad de modelos regionales de producción, la vinculación de la academia y un enfoque territorial y de cadena, entre otros.

Tomando como punto de referencia los aportes recibidos, escribiré columnas independientes sobre cada uno de estos temas, iniciando con la de Innovación regional, que constituye el concepto integrador; en ella incluyo una breve mención a cada componente.

Comienzo por definir Innovación de forma sencilla, como la incorporación de un conocimiento nuevo o significativamente mejorado en un bien, servicio o proceso, como la producción de carne y leche.

Se habla de Capacidad Tecnológica para referirse al conocimiento acumulado en las empresas o las organizaciones, fundamental para introducir nuevas tecnologías. Para innovar a nivel de finca es básico que el dueño y su personal tengan un nivel de conocimiento que les permita valorarlas y aplicarlas. En este aspecto el SENA y los colegios agropecuarios juegan un rol importante.

A la academia le corresponde desarrollar labores de investigación, formación y extensión, entendida esta última como una acción dirigida a integrarse con el entorno, lo que brinda oportunidades para que docentes y alumnos conozcan la realidad productiva y la entidad retroalimente sus procesos formativos y de investigación.

Mucho hemos trabajado para lograr la empresarización de las fincas. Salvo las empresas de lechería especializada y algunas excepciones en otros sistemas de producción, los avances son escasos. Me temo que será la presión del mercado la que llevará a que se mantengan en el negocio sólo los ganaderos que hayan conseguido este objetivo.

En todos los países visitados en las giras organizadas por Fedegán (los más competitivos a nivel mundial), detrás de los modelos productivos implementados por los ganaderos, diseñados de acuerdo con la oferta ambiental de cada ecosistema, hay un trabajo de muchos años entre universidades y centros de investigación con el sector productivo, para resolver sus necesidades y mantener la competitividad mediante una constante innovación. Nuestras universidades y Agrosavia son actores de primera línea en este aspecto.

Para nadie es un secreto que los jóvenes del campo están migrando a las ciudades. Evitarlo depende de que consigamos que las empresas ganaderas sean verdaderamente rentables y competitivas, para que ofrezcan una opción de viva digna a las nuevas generaciones; además es necesario que la formación impartida en las instituciones educativas de los municipios, genere pertenencia y amor por la producción agropecuaria, relevando su importancia para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del país.

La mal llamada asistencia técnica también debe reenfocarse, incorporando un enfoque más integral, dirigido a conseguir objetivos y metas de productividad, rentabilidad y sostenibilidad de las empresas ganaderas, sin importar su tamaño. A los propietarios de pequeñas fincas se les debe ofrecer un servicio de extensión rural, que incluya capacitación y asistencia técnica, canalizado ojalá a través de sus propias asociaciones.

Por muchos años no hemos podido trabajar en las regiones con enfoque integral. No ha sido un problema de plata, sino de falta de voluntad. Se trata simplemente de que cada actor, incluida la industria, siga desempeñando el mismo rol, pero enfocando los esfuerzos conjuntos en lograr los mismos objetivos. Si seguimos con los paños de agua tibia de las intervenciones puntuales, que benefician a unos pocos, durante períodos cortos, perpetuaremos las ineficiencias y la baja competitividad del sector.