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¿La exportación de novillos chamos afecta la ganadería colombiana?

Por - 02 de Septiembre 2021

De continuar la exportación venezolana de bovinos en pie, habrá más posibilidad de aprovechar en Colombia el mercado de la carne, bien sea externo o el propio nuestro.

De continuar la exportación venezolana de bovinos en pie, habrá más posibilidad de aprovechar en Colombia el mercado de la carne, bien sea externo o el propio nuestro.

Sabemos de la buena dinámica que hemos tenido en la exportación de novillos, especialmente en el último año. También sabemos que en octubre de 2018 cuando se presentaron diferentes focos de aftosa en el país, los mercados internacionales que nos compraban carne cerraron y fue la exportación de animales en pie la que le dio una mano al sector ganadero ante la caída del precio en más de $650 por kilo.

Pero además vemos que países que nos compran novillos en pie como Líbano, Egipto, Irak o Jordania son muy susceptibles de cambiar de proveedor antes pequeñas bajas del precio de nuestros competidores. Es lógico que eso pase y continuará ocurriendo como consecuencia de la racionalidad económica que incluye costos logísticos y de transporte que no percibimos en el precio del animal.

De hecho, ocurrió en el primer semestre de 2018, cuando por depreciación del real, los novillos gordos de Brasil terminaron siendo más competitivos que los colombianos haciendo que los compradores prefirieran al mercado brasileño para su abastecimiento. Meses después la caída de nuestro precio por temas aftosos haría que fuéramos de nuevo más competitivos, sumado al ajuste cambiario tanto del peso colombiano como del real brasileño.

Ahora la situación de sustitución como país proveedor nos ocurre frente a Venezuela que en virtud de su maltrecha economía y deteriorada moneda puede comercializar a países de Medio Oriente novillos en pie mucho más baratos, noticia que no es angustiante para nuestra economía ganadera.

De un lado debemos preguntarnos qué tanto podrá sostener Venezuela su oferta de novillos para la exportación. Recordemos que antes de llegar Chávez al poder en 1999 el hato del vecino país alcanzaba unos 14 millones de cabezas. Tal cifra se fue deteriorando ante el mal manejo económico del país y el saqueo que le propició el Socialismo del Siglo XXI.

Vale recordar que, las cifras “oficiales”, pero poco confiables, del vecino país hablan actualmente de unas 16 millones de cabezas en su hato, sin embargo, su institucionalidad ganadera estima que el hato no supera los 9 millones de animales. Con este nivel de inventario será muy difícil mantener un ritmo exportador más si su mismo abastecimiento interno tiene serias dificultades.

Aun si lo mantienen será bueno para Colombia, pues una acción de mercado termina por contribuir a la mitigación de la entrada de animales de contrabando desde el vecino país. Pero no olvidemos que aparte de la condición de sustitución en el mercado de animales en pie, el de exportación de carne sigue con muy buena dinámica.

Hipotéticamente, de continuar la exportación venezolana, habrá más posibilidad de aprovechar el mercado de la carne, bien sea externo o el propio nuestro. En los meses siguientes podríamos ver ajuste de precios del novillo que también termina siendo beneficioso para promover el consumo doméstico y ser más competitivo en la exportación de carne.

Que bueno poder llegar a una madurez y aprovechamiento de las dos líneas de negocio, carne y animales vivos, en donde si un mercado tiene dificultades el otro le da “oxigeno”. Lo mismo ocurre con el mercado de la leche que debería ajustarse en consonancia con el de la carne y animales.

@ojcubillosp