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La Niña, otras tormentas y oportunidades

Por - 01 de Marzo 2023

Dice el viejo dicho bogotano que en “abril lluvias mil”, sin embargo, ante el anuncio de las autoridades ambientales sobre el aumento de la probabilidad a 93% de que se registre un nuevo fenómeno de la Niña al finalizar 2021, podrían esperarse además lluvias en los meses subsiguientes que típicamente son de verano.

Dice el viejo dicho bogotano que en “abril lluvias mil”, sin embargo, ante el anuncio de las autoridades ambientales sobre el aumento de la probabilidad a 93% de que se registre un nuevo fenómeno de la Niña al finalizar 2021, podrían esperarse además lluvias en los meses subsiguientes que típicamente son de verano.

En teoría, con mejor registro de lluvias mayor oferta de pastos, claro, teniendo presente que en el pasado reciente los excesos de lluvias también han generado daños en los suelos yendo en contravía de la producción de forraje. Sin embargo, sí es mayor la probabilidad de tener más producción de leche ante el aumento de lluvias.

Ahora bien, para el próximo mes de enero tendríamos una situación coyuntural a la que vale prestarle la máxima atención. Más lluvias, más leche, sumado a la activación de contingentes de entrada de leche en polvo proveniente desde Estados Unidos y la Unión Europea, que se traduce en más y más leche.

Por supuesto, estamos pendientes de que el Ministerio de Comercio dé su veredicto sobre la implementación de la medida de salvaguardia que solicitó FEDEGAN. Toda la evidencia indica que debería darse luz verde a tal solicitud, pero recordemos que vivimos en al país del realismo mágico en donde las cosas pasan al revés.

Lo que no puede ocurrir es que, si “no pasa nada” frente a la salvaguardia, y en una coyuntura de altísimos costos de producción, caída en el acopio industrial, y consumo aun ralentizado; a lo que se suma un fenómeno de la Niña y un nuevo periodo de contingentes; en el sector lechero nos quedemos solo viendo pasar las cosas ante la evidencia existente de que sí es posible permite implementar la salvaguardia solicitada.

Solo quedan 2022, 2023, 2024 y 2025 antes de tener libre comercio en leche y derivados lácteos con Estados Unidos en donde la acción de mayor oferta creará reajustes en el mercado interno. Pero al estilo “Made in Colombia” parece que solo reaccionamos solo cuando tenemos la adversidad al frente. Por fortuna ahora la tasa de cambio y la subida de los precios internacionales de la leche en polvo entera y descremada han ayudado a tener una mejor dinámica exportadora.

La dinámica exportadora que siempre hemos pedido, incluso con la expedición de la Resolución 017 en 2012 cuando tal normativa tenia vinculados unos compromisos de exportación por parte de la industria lechera que en nada se cumplieron. Pero me centro en el hoy, y es que en 2020 y 2021 se ha notado mejor comportamiento exportador y posibilidad de hacer negocios con otros países por parte de tres empresas lácteas.

Ante tal dinámica empresarial en donde estas tres demuestran que sí se puede, es necesario implementar rápidamente estrategias que les faciliten hacer negocios, lo que incluye una más agresiva agenda comercial en el mundo y la posibilidad de tener cargas fiscales más bajas en transporte y logística internacional. Pero además vincularlas a programas gubernamentales de consumo interno dada su eficiencia para hacer negocios.

El mensaje ante las diferentes tormentas es ni pasar indiferentes, tomar acción; y ante las nuevas posibilidades de negocios, facilitarles las cosas a quienes lo están haciendo bien.

@ojcubillosp