default

La paz se salva, Presidente

Por Rafael Guarín - 23 de Febrero 2013

Tuiteó el presidente Santos: “La paz se salva con acuerdos concretos y no con cartas y pronunciamientos”. ¡No! No, señor Presidente, la paz se salva terminando de una vez por todas los actos terroristas y criminales. Se salva con firmeza del gobierno ante la escalada violenta de las últimas semanas que cobra permanentemente la vida de soldados y policías.Se salva si las FARC renuncian a raptar niños para la guerra y convertirlos en esclavos sexuales.

La paz se salva, Presidente, si en vez de asumir una posición “comprensiva” de tales atrocidades y explicarlas como parte de las reglas de juego pactadas para adelantar el proceso, usted asume el liderazgo que le corresponde e impugna esas matanzas al tiempo que exige su fin.

La paz se salva rodeando de confianza ciudadana el proceso de paz, no hundiéndolo en un pantano de sangre como lo hacen las acciones de la guerrilla.

La paz se salva, doctor Santos, no asumiendo como propios los discursos de las FARC, como lo sugiere Timochenko en carta abierta dirigida a usted. Se salva si se aborrece el empleo de la violencia y se acaba con los discursos justificadores de la misma.

La paz se salva si se cuenta con un liderazgo que una la nación contra el crimen, no con un presidente que divide entre amigos y enemigos de la paz a los colombianos que estamos unidos en contra la violencia.

La paz se salva, Presidente, si en vez de satanizar y perseguir a quienes levantan su voz contra el crimen usted lidera una gigantesca movilización que le diga con claridad a las FARC:  ¡No más!

La paz se salva si en vez de prometer impunidad por atrocidades, el Estado envía un mensaje de firmeza en la investigación, juzgamiento y condena a los criminales.

La paz se salva si en vez de salir a decir que a las FARC hay que creerles que no secuestran, usted se la juega toda para desarticular las estructuras de ese grupo dedicadas a ese delito.

La paz se salva si en vez de tapar y manipular los medios de comunicación para que no informen sobre las acciones terroristas, usted permite que los ciudadanos las conozcan y rodeen las instituciones democráticas.

La paz se salva no con populismo con los militares. ¡Sino con apoyo! Apoyo real a sus demandas. No con engaños, ni mentiras. No con reformas que agravan su situación judicial o prometiendo impunidad que deshonra a la institución militar y mancilla el honor de nuestros hombres y mujeres de las fuerzas militares y la policía.

La paz se salva, Santos, si no la somete al cálculo de su reelección y si entiende que los enemigos de la paz son las FARC, no quienes movilizamos las redes sociales en contra del asesinato, las masacres y las bombas.

Escuche, Presidente.