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La RAP del Pacífico

Por CONtexto ganadero - 26 de Diciembre 2016

La región Pacífica, integrada por los departamentos del Valle, Nariño, Cauca y Chocó, acaba de dar un paso histórico. El pasado diciembre 12 se constituyó como Región Administrativa y de Planificación (RAP), esta figura contemplada en la Constitución Política en su artículo 306 y en la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (LOOT), Ley 1454 de 2011, artículo 17. Dicho sea de paso, esta región posee el 22 % del territorio nacional, 17 % de la población y 15 % del PIB y junto con la región Caribe, acusa el mayor Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) del país.

La región Pacífica, integrada por los departamentos del Valle, Nariño, Cauca y Chocó, acaba de dar un paso histórico. El pasado diciembre 12 se constituyó como Región Administrativa y de Planificación (RAP), esta figura contemplada en la Constitución Política en su artículo 306 y en la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (LOOT), Ley 1454 de 2011, artículo 17. Dicho sea de paso, esta región posee el 22 % del territorio nacional, 17 % de la población y 15 % del PIB y junto con la región Caribe, acusa el mayor Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) del país.   Los 4 gobernadores que integran esta RAP, Dilian Francisca Toro (Presidenta de la FND), Camilo Romero, Óscar Campo y Jhoany Carlos Alberto Palacios firmaron el convenio que le da vida a la RAP del Pacífico. Esta es la segunda RAP que se crea en el país, después de la Región Administrativa y de Planificación Especial (RAPE) integrada por Bogotá, Cundinamarca, Boyacá, Meta y Tolima.   Estas 2 regiones le tomaron la delantera a la región Caribe, que siempre ha estado a la vanguardia en la lucha por la autonomía regional y en donde se impuso el voto Caribe con 2.5 millones de votos el 14 de marzo de 2010 reivindicándola. Hay que entender este paso que se está dando por parte de las regiones en otro contexto, el del postconflicto, en el cual se lea abre una oportunidad para su fortalecimiento y para ello estamos trabajando desde la Federación de Departamentos.   Han transcurrido 16 años desde que desaparecieron las regiones de Planificación (CORPES), que fueron creados a través de la Ley 76 de 1985, después de 13 años de su funcionamiento. En la Constitución Política, artículo 286, se prevé que la Ley podrá darles el carácter de entidades territoriales a las regiones, lo que sólo le estaba reservado hasta 1991 a los municipios y departamentos. El paso previo para ellos es la RAP, por ello hemos sostenido que esta es la “escala técnica” para llegar  a las regiones como entidades territoriales (RET). Desafortunadamente el Congreso de la República al expedir la LOOT malogró la oportunidad de establecer “la distribución de competencias entre la Nación y las entidades territoriales”, entre ellas las RET, como lo manda la Constitución Política en su artículo 288.   Este paso se está dando después de 25 años de espera para darlo, pero, como dice el adagio popular, nunca es tarde cuando la dicha es buena. El vacío que quedó con la supresión de los CORPES y la larga espera para constituir las RAP le abrió el espacio a la re-centralización que se ha venido experimentando en el país, a contrapelo de lo dispuesto por la propia Constitución Nacional. Ha venido haciendo carrera la descentralización disfuncional, consistente en delegarle funciones y competencias a las entidades territoriales pero sin recursos, tal como ha sucedido con el no POS y el PAE. Todavía en Colombia, mientras no llueva en Bogotá no se reconoce que hay invierno en el país, ello en razón de que, como lo afirmó el líder indígena Juvenal, Bogotá está muy lejos de Colombia, para significar el desdén y la apatía con que se ven los problemas de las regiones por parte de la burocracia citadina.   A falta de los CORPES y de las RAP, las regiones han estado carentes de sus planes regionales de desarrollo, lo cual ha llevado al incumplimiento de lo dispuesto por la Constitución y la Ley Orgánica de Planeación, que prevén que el Plan Nacional de Desarrollo debe insertar los planes regionales de desarrollo. Por sustracción de materia se sigue pretermitiendo dicha normatividad.   Ahora, gracias a las RAP, las regiones, por fin, tendrán sus planes regionales de desarrollo, lo que permitirá que hacia el futuro los recursos del Sistema General de Regalías (SGR) se podrán enfocar y concentrar en los proyectos de mayor impacto regional, que son los que más contribuyen a ganar en competitividad, en lugar de seguir atomizándolos en proyectos de bajo impacto. Integrados y unidos en las RAPs  las regiones tendrán una mayor capacidad de gestión e interlocución frente al Gobierno Nacional.   Es la oportunidad para trabajar en procura de superar una de las principales falencias de las regiones, que tiene que ver con la necesidad de desarrollar capacidades para la estructuración de buenos proyectos, que les permita su viabilización y aprobación por parte de los OCADs para ser financiados con los recursos del SGR.    El Director del DNP Simón Gaviria les ofreció todo su respaldo a esta RAP y les dejó planteadas varias tareas, entre ellas el Plan de Ordenamiento Territorial Regional, servir de Unidad de ejecución para sacar avante los proyectos estratégicos de la región, sin necesidad de más burocracia sino aprovechando las sinergias del esfuerzo conjunto, superando la dispersión y la duplicidad de esfuerzos. La región Pacífica tiene un terreno ganado, dado el avance en la formulación de su Plan Todos somos Pacífico.   De cara al postconflicto, las RAPs están llamadas a cumplir un papel de la mayor importancia, empezando por la participación de las regiones en la formulación y elaboración tanto del Plan Marco de la Implementación de los Acuerdos, así como de los planes de desarrollo con enfoque territorial ((PDETs).   Estos serán la base para concertar con el Gobierno Nacional los Contratos - Paz y acceder así al apalancamiento de recursos provenientes del Presupuesto de Paz, el cual tendrá como una de sus fuentes la cooperación internacional. Sí, porque La Paz se tiene que construir desde los territorios y ¡no desde los escritorios!