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Los que no tuvieron visión lo desaprovecharon

Por - 01 de Marzo 2023

Colombia puede convertirse en un jugador de primer nivel en el siguiente lustro si desarrolla rápidamente un sistema moderno de identificación animal, que además sería altamente efectivo para combatir el contrabando e ilegalidad proveniente desde Venezuela.

Uruguay tiene una población de 3,6 millones de habitantes y su territorio ocupa una extensión que sumaría en conjunto la de nuestros departamentos de Meta y Amazonas. Una séptima parte de nuestro país. Además, el país del sur cuenta con un hato ganadero de 11,6 millones de bovinos, es decir, por cada residente existen 3,2 animales.

Uruguay tiene una importante tradición ganadera, bovina y ovina, de allí que la producción de carne y leche le den una gran dinámica a su economía. Precisamente en 2019 lograron exportaciones de carne por USD2.070 millones. Para tener un referente, nuestras exportaciones de carne el año anterior sumaron USD77 millones.

La pregunta que debemos hacernos es cómo lo logran, si nuestro inventario ganadero es 2,4 veces mayor al uruguayo, tenemos una posición geográfica estratégica que nos facilita el comercio por el Atlántico y el Pacifico, y que además brinda un clima excepcional para la producción agropecuaria.

Uno de los elementos estratégicos que utiliza Uruguay para superar año a año su meta de exportaciones de carne radica en darle confianza a todos los eslabones de la cadena respecto a la calidad de su producto. Para ello, y desde hace muchos años, han desarrollado un moderno sistema de trazabilidad e identificación animal que permite a consumidores saber el origen y paso por la agregación de valor de lo que están comiendo o bebiendo.

Los costos anuales de su sistema de trazabilidad no superan los USD2,5 millones y les representa ingresos por exportaciones de carne de más de USD 2 mil millones y en leche superan los USD 649 millones.

Además, hay que tener en cuenta que, con el regalo chino de 2020, la crisis del Covid19, los países establecerán cada vez más normativas de ICV (Inspección, Vigilancia y Control) en los productos de origen animal, para evitar nuevas problemáticas sanitarias, situación que favorece a los países ganaderos que ya cuentan con estos sistemas tecnológicos.

Colombia con el potencial que tiene y las ventajas comparativas notablemente superiores a las de Uruguay puede convertirse en un jugador de primer nivel en el siguiente lustro si desarrolla rápidamente un sistema moderno de identificación animal, que además sería altamente efectivo para combatir el contrabando e ilegalidad proveniente desde Venezuela.

El tiempo es ahora para modernizarnos tecnológicamente en esta materia, pues siete u ocho años atrás tomadores de decisiones sin visión consideraron que lo que necesitaba el sector debería ser cuadros de Excel y conteos manuales, echando al traste los avances que se tenían en esta materia.

La economía mundial como la nacional tardarán más allá de 2021 para recuperarse, y nuestras exportaciones de carne son de los poquísimos sectores que tienen una tendencia con buena dinámica exportadora. Consolidémoslas con esos agregados tecnológicos.

A propósito, no conozco a uruguayos echando las culpas del cambio climático a sus vacas, ni pasando proyectos de ley para restringir la dinámica económica de su sector ganadero. Creamos en lo nuestro, queramos lo nuestro.

@ojcubillosp