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Nos echaron otro cuentico

Por Oscar Cubillos Pedraza - 05 de Enero 2021

Si hacemos un ligero ejercicio con nuestra memoria de corto plazo recordaremos que en gran parte de 2020 escuchamos a la industria lechera decir que había mucha leche, que sus inventarios estaban a tope y que por tal razón debían empezar a bajar el precio que se paga al productor.

Llegó 2021 y la ola importadora que se registró desde que nos deseábamos feliz año, confirmaba que en 2020 nos echaron otro cuentico con tal de ponerle presión al precio que se paga al productor ¿Si había tanta leche acumulada por qué tantas importaciones?

El asunto es que menos de una semana de 2021 ya se han importado cerca de 10 mil toneladas de leche en polvo desde EE.UU. agotando el cupo del presente año en cerca del 82%. Sin embargo, terminado este contingente no parará la importación y se apelará al de la Unión Europea - U.E. y a más importaciones desde el mismo EE.UU. con un arancel del 11% que con una tasa de cambio en descenso facilitará la traída desde el exterior.

Varias son las razones que hacen que se importe leche en polvo de esta manera desproporcionada desde EE.UU. La primera de ellas es la competencia entre importadores, que incluye a la industria lechera, de chocolatería, de galletería, intermediarios, e incluso especuladores. En tal carrera en donde la acción de pensamiento es “si no lo hago yo, por qué dejar al otro”, se genera tal situación de traída masiva de volúmenes desde el exterior.

La segunda, es que algunos han encontrado negocio en traer leche en polvo entera, y desde hace unos tres años, más descremada, con el fin de volverla leche líquida y venderla al consumidor final como producto de bajo costo en centros de mercado del mismo modelo. Hasta allí nada anormal. Lo que vale la pena evaluar es si en medio de su proceso de conversión de polvo a liquida, se pierde la calidad de la leche para que pueda dejar de ser leche. Tarea para el Invima y la Superintendencia de Industria y Comercio.

La tercera razón y seguramente la más estratégica para la industria, es que el exceso de importaciones, así no sea tan competitivo su precio como nos hacen creer, tiene como objetivo ponerle tanta presión a la Resolución 017 de 2012, única garantía de pago gusto a los ganaderos, para que sea reemplazada o eliminada y llegar a un escenario de libre mercado en la venta de leche del productor a la industria.

De llegar a este último escenario, el penúltimo paso será el de la quiebra de miles de productores que no podrán aguantar un precio por litro que se les pague a $800, ni a $700, ni a $600, como las simulaciones de la misma industria lo han indicado en años anteriores.

Seguirá el último paso: el de no solo importar leche en polvo como materia prima, sino el de traer desde el exterior bienes finales como quesos, yogures, mantequillas y otros productos lácteos que arruinarán ya no al sector productor sino a la industria transformadora.

Alerta productores a lo que vemos, no nos dejemos echar más cuenticos. Sigamos trabajando en productividad y competitividad como las cifras lo demuestran, pero sabiendo que hay mucho por hacer.

¿Cómo irá la competitividad de los demás eslabones? ¿Echándole la culpa a la vaca?

@ojcubillosp