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Ese mismo te lo dije lo podemos aplicar hoy al comercio internacional de la carne colombiana. Desde el sector, y específicamente desde FEDEGAN-FNG, he escuchado de manera coherente la misma narrativa desde hace ya muchos años.
¿Cuál?: El mundo está consumiendo más carne de bovino. No hay suficiente oferta de carne en el mundo. Colombia tiene la inmensa potencialidad de surtir al mundo. Somos capaces de exportar con valor agregado.
En el año 2008 y 2009 el país demostró el nivel que tiene, alcanzando exportaciones por más de US$1.300 millones sumados los dos años, pero lastimosamente con la dependencia de un solo mercado que empezaba su decadencia: Venezuela.
Hoy en plena crisis sanitaria y contracción de la economía mundial, es el sector cárnico colombiano de los pocos que mantiene una dinámica exportadora, sabiendo que en el mes de abril los envíos al exterior de toda la economía cayeron 53 %.
Alcanzan entre enero y abril 10 mil toneladas exportadas de carne que suman más de US$36 millones, perfilando la meta de 2020 de lograr 40 mil toneladas por US$145 millones, superando en 93 % el registro de 2019.
La cifra de exportaciones podría ser aún mejores si las políticas públicas de tiempo atrás se hubieran concentrado en sacar adelante todo lo que necesitaba el sector, y aun lo sigue necesitando. Zonas sanitarias, trazabilidad e identificación animal, un sistema moderno de movilización de animales, más intensidad en la diplomacia sanitaria, entre otros. Lo dijeron.
Hoy estamos viendo cuánto perdió el país por los dislates de un gobierno que decidió feriar el sector agropecuario para beneficiar la politiquería, truncando especialmente el desarrollo del sector pecuario bovino empezando por la pérdida del estatus sanitario, poner en manos inexpertas los recursos del FNG y retrasar los programas vitales para ganar la competitividad requerida para incursionar con éxito en mercados internacionales
No es tarde para enderezar el camino, viendo que aun sin esos instrumentos el sector cárnico ha salido a conquistar el mundo, pero con la imposibilidad de llegar a los mercados de mayor valor agregado y desaprovechando varios Tratados de Libre Comercio, por no contar con toda la caja de herramientas. No podemos continuar en un harakiri permanente a pesar de nuestro potencial.
Efectivamente como FEDEGAN-FNG lo ha dicho el mundo necesita carne y hoy los mercados que ya han salido de la crisis de la COVID-19 empiezan a comprar con mayor dinamismo. No podemos dejar pasar de nuevo la oportunidad de consolidar al sector y seguir dependiendo de las exportaciones tradicionales.
Sabiendo que una de las metas para 2021 es llegar al mercado chino, el más grande del mundo por número de habitantes, debería ser clara la estrategia de identificación animal a desarrollar en los próximos meses con el fin de poder tener en funcionamiento dicho sistema el próximo año. La esperanza es que no lleguemos al 2022 diciendo “te lo dije” sabiendo que era lo necesario.
@ojcubillosp