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Esta finca dejó el algodón para convertirse en una potencia ganadera del Caribe

Melanny Orozco 05 de Junio 2025
La finca que pasó del algodón a liderar una de las ganaderías más sostenible del CaribeFoto: instagram.com/ranchoalegreco/En 2007, Rancho Alegre dio el salto definitivo al implementar sistemas silvopastoriles en el 100% del predio.

Tras el colapso del cultivo, Rancho Alegre, ubicado en San Diego, Cesar, logró reinventarse con genética de alto rendimiento, sostenibilidad ambiental y rentabilidad por hectárea. Su apuesta por la innovación lo posiciona hoy como uno de los modelos ganaderos más admirados de la región.


La finca Rancho Alegre, nacida en 1956 como un predio algodonero, resistió la caída de un sector entero para reinventarse como una potencia ganadera en el Caribe colombiano.

En vista de que el algodón no estaba dando los frutos esperados, Rancho Alegre apostó por una ganadería distinta, eficiente y con visión de futuro en plena Costa Caribe colombiana.

El impulso vino de la mano de Fabián Daza, administrador de empresas con alma de agricultor y mente de innovador. Su historia no es solo la de un hombre ni de una finca, es el relato de cómo una visión de largo plazo, sostenida por datos y por compromiso ambiental, puede transformar los paradigmas del campo colombiano.

“La crisis del algodón nos enseñó que innovar no era una opción, era sobrevivir”, manifestó. (Lea en CONtexto ganadero: Descubra el futuro de la ganadería en Rancho Alegre)

En 1977 se inició la actividad pecuaria con la raza pardo suizo para lechería tropical. Fue el primer paso hacia una nueva cultura productiva, más técnica y más adaptativa.

Se instalaron sistemas de alimentación basados en silos de maíz y sorgo, comederos cubiertos, corrales etológicos y un manejo de sombra natural que garantice bienestar animal, incluso en los veranos extremos del trópico seco.


Restaurar ecosistemas enteros


Treinta años más tarde, en 2007, Rancho Alegre dio el salto definitivo al implementar sistemas silvopastoriles en el 100 % del predio. Leucaena, teca, eucalipto y guásimos transformaron los potreros en ecosistemas multifuncionales.

Hoy, la finca sostiene hasta 6 animales por hectárea en invierno, logra producciones de 700 kilogramos por hectárea al año y mantiene altas ganancias diarias de peso animal (650 gramos por cabeza).

De acuerdo con Daza, “la rentabilidad por hectárea es nuestro norte, no la del individuo”. La sostenibilidad ha sido más que una estrategia, pues se ha convertido en una filosofía de vida para este productor.

La finca ha restaurado ecosistemas enteros, multiplicado la fauna silvestre y protegido una colonia de más de 25 monos aulladores.

Además, se eliminó por completo el uso de productos químicos como fertilizantes, fungicidas o baños parasitarios. Hoy, Rancho alegre no solo produce ganado, también produce suelo biodiversidad y conocimiento.

En Ganadería Rancho Alegre llevan la evolución un paso más allá con su ganado Jerbrah, combinando lo mejor del Brahman con la genética Jersey. Foto: Instagram de Ganadería Rancho Alegre.


Tecnología e infraestructura


En términos de infraestructura, el predio ha evolucionado con rigor técnico. Redes de acueducto interno, sistemas de riego por aspersión alimentados con energía solar, cercas eléctricas y maquinaria especializada para heno y silo son solo una parte de lo que la sostiene como una operación ganadera de alto rendimiento.

Pero lo más valioso está en el enfoque genético. Desde 2002, comenzaron con la IATF para producir F1 jerbrah (cruce brahman x jersey), y en 2024 se dio un paso más grande, la adquisición de donadoras red sindi para un programa de transferencia de embriones.

Ya nacieron las primeras 90 crías, todas registrables. Según Daza, próximamente, esperan obtener ejemplares del ganado marosiano, una combinación de jerbrah con red sindhi orientada al doble propósito tropical.


Finca Élite


Las cifras hablan por sí solas: fertilidad por encima del 80 %, destetes ajustados de hasta 270 kilos al año, 950 cabezas manejadas durante el pico de lluvias, y más de 350 terneros nacidos solo en la última temporada productiva.

Este desempeño llevó a Rancho Alegre a recibir el primer puesto en la categoría de Fincas Élite de Asocebú en 2025. (Lea en CONtexto ganadero: La sostenibilidad y otros hitos de la ganadería colombiana)

Daza aseguró que para este rendimiento “no hay secretos, hay coherencia. Aquí producimos preñeces, cuidamos el suelo, apostamos por el aprendizaje abierto y seguimos sembrando sostenibilidad para cosechar rentabilidad”.

Finalmente, Rancho Alegre es una prueba viviente de que el campo puede ser sinónimo de innovación, tecnología y respeto por el entorno. Lo que empezó como una respuesta a una crisis terminó convirtiéndose en ejemplo de la ganadería del futuro en el trópico bajo.


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