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La leche está más barata para los que la ordeñan, pero los consumidores la pagan cara

Neife Castro 29 de Mayo 2025
Más hijos, más lecheFoto: Imagen de freepikDesde Fedegán, se hace un llamado a una estrategia compartida, educativa y estructural que devuelva protagonismo a la leche en la dieta diaria de los colombianos.

Aunque el precio que recibe el productor ha caído, los consumidores siguen pagando lo mismo o más por este alimento y sus derivados. Esta paradoja abre el debate sobre cómo recuperar el consumo desde la infancia con educación, formulando una estrategia compartida entre todos los actores de la cadena láctea.


La caída en el consumo de leche en Colombia ha encendido las alarmas en toda la cadena láctea. Sin embargo, la infancia emerge como un punto de partida clave para revalorizar este alimento esencial.

Desde la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) hacen un llamado a una estrategia compartida, educativa y estructural que devuelva protagonismo al nutritivo líquido en la dieta habitual de los colombianos.

Durante el evento de socialización de los resultados de las fases I y II del Programa para el Diseño de la Estrategia de Comunicación del Sector Lácteo, liderado por Asoleche y el Ministerio de Agricultura, se confirmó una preocupante tendencia: apenas el 58 % de los colombianos consume leche más de una vez por semana, mientras que un 10 % nunca la consume. Esta situación tiene consecuencias directas en la sostenibilidad del eslabón productor.

Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán, explica que “la raíz de todos los problemas es la caída en el consumo de leche. Si no hay consumo, no se demanda leche, no se le compra al ganadero, y se le paga menos por litro”.

Según Cubillos, esta baja demanda afecta la rentabilidad de los productores, pues mientras los precios al ganadero han caído, los costos de producción siguen en aumento.,

Además, resalta una paradoja crítica: “el precio al productor ha bajado, pero el precio al consumidor, no. Si esa reducción se trasladara al consumidor final, probablemente el consumo repuntaría”.


Compromiso compartido


Cubillos enfatiza que no es justo atribuir toda la responsabilidad de reactivar el consumo únicamente al sector ganadero. “Ya el ganadero ha puesto su cuota: ha recibido menores precios y ha financiado, a través del Fondo de Estabilización de Precios, exportaciones de productos como queso y leche en polvo”, comenta.

El problema radica en la falta de ajuste de precios por parte de los industriales y comercializadores. Mientras estos eslabones no reduzcan sus márgenes para volver la leche más accesible, el consumo difícilmente repuntará. Por ello, Fedegán insiste en que las estrategias deben ser integrales, articuladas y compartidas, y no seguir cayendo únicamente sobre quienes producen la materia prima.

Desde el gremio ganadero también se insiste en la necesidad de campañas de educación que reconecten a la población con los beneficios nutricionales y el origen de la leche, contrarrestando así las narrativas erróneas que han circulado en redes sociales, muchas veces avaladas por figuras influyentes.


Niños que toman leche


Uno de los hallazgos más interesantes del estudio presentado por Asoleche es que la presencia de niños en el hogar incrementa el consumo de leche. Esto revela una poderosa línea de acción: el enfoque generacional.

Según el jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, “las nuevas generaciones entienden cada vez menos la importancia de tomar leche, por eso hay que educar desde la infancia”.

El directivo de Fedegán considera que la clave está en la exposición temprana y constante al producto. “Hay que dar lechecitas en el colegio, yogurcitos en la escuela, mantequillitas en casa, para que se eduquen desde pequeños y no se dejen llevar por falsas narrativas”, afirma.

En este sentido, Fedegán no solo respalda la estrategia de comunicación del sector, sino que propone integrar la educación alimentaria en las políticas públicas, con un enfoque que vincule salud, nutrición y origen productivo. Así, consumir leche no será solo un hábito alimenticio, sino también un acto de conexión con el campo, el productor y la nutrición real.



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