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¿Le da miedo mezclar abejas con ganado? Siga estas claves para hacerlo sin problemas

Angie Barbosa 12 de Junio 2025
Apicultura en la ganaderíaFoto: Agencia ICALUn aspecto esencial es evitar el contacto directo entre las abejas y los animales de la finca.

Ubicar correctamente las colmenas, evitar el contacto con el ganado y aprovechar los recursos naturales de la finca son claves para integrar la apicultura sin comprometer la seguridad ni la productividad. Davinson Higuera Farfán, experto en apicultura desde hace más de 15 años, explica cómo lograrlo.


Cada vez más ganaderos están explorando la apicultura como una alternativa rentable dentro de sus fincas. Sin embargo, integrar colmenas con animales no es algo que se deba hacer al azar. Ubicar bien las colmenas es una decisión clave para evitar accidentes y lograr una producción estable.

Davinson Higuera Farfán, zootecnista con especialización en Agronegocios y más de 15 años como apicultor, explicó que la ubicación debe evitar tanto la exposición total como el aislamiento en zonas profundas del bosque.

“Cuando no queremos afectar un sistema con otro, tenemos que tener en cuenta que, si vamos a colocar abejas con aguijón dentro de nuestra finca, tienen que estar en un lugar aislado”, indicó. (Lea en CONtexto ganadero: Cinco razones para agregar colmenas a su finca ganadera)

Poner las colmenas en medio del bosque puede exponerlas a amenazas naturales como hormigas, sapos, lagartijas o jejenes. Por otro lado, ubicarlas a campo abierto también representa riesgos, como el sobrecalentamiento o la falta de protección frente al viento o las lluvias.

La mejor alternativa, según Higuera, es la franja de transición entre el bosque y el potrero, donde la vegetación tiene entre uno y tres metros de altura. Esta zona proporciona sombra, humedad moderada y cierta protección contra depredadores y cambios bruscos del clima.


Separación efectiva del ganado


Otro aspecto esencial es evitar el contacto directo entre las abejas y los animales de la finca. El experto es enfático: “Si vamos a incluir en nuestra finca abejas africanizadas con aguijón, debemos colocarlas lejos de nuestros animales”.

“La vaca siente el olor de la miel y le encanta. Las vacas se enloquecen con ese olor, como le sucede a los osos u otros animales que también lo detectan fácilmente”. Esta atracción puede llevar a los animales a acercarse demasiado, derribar las colmenas por curiosidad o en busca de alimento, y provocar ataques defensivos de las abejas que afecten al hato.

Para evitarlo, Higuera recomienda utilizar cercas vivas con plantas de rápido crecimiento y doble funcionalidad. Una de las más eficaces es la Tithonia diversifolia, también conocida como botón de oro o falso girasol. “Cuando usted utiliza esta planta para cercar el sitio de las colmenas, logra limitar la visión de los animales, como vacas o caballos, hacia las colmenas. Los animales son muy curiosos y llegan allí solamente a tumbarlas, y eso sí genera problemas”, aseguró.

Además, esta planta no solo protege, sino que aporta valor al sistema productivo ganadero. Es rica en proteína, florece todo el año, y sirve como base para establecer bancos forrajeros. Así, el apiario se convierte en un núcleo productivo doble: miel y alimentación animal.


-Oficio con beneficios múltiples


Más allá de los cuidados, integrar la apicultura en la finca ganadera ofrece beneficios personales, familiares y económicos. Para el apicultor, incluso el contacto con las abejas puede fortalecer su salud.

Higuera compartió su experiencia: “Cuando usted comienza a trabajar con las abejas y lo comienzan a picar las primeras veces, aunque duele, se va a dar cuenta de que después de una picada usted se siente mejor, más relajado”.

Este fenómeno se relaciona con la apitoxina, el veneno natural de la abeja, que estimula el sistema inmunológico. “En el tiempo que estuve trabajando con apicultura, de hecho, creo que no tuve gripa en todo ese periodo”, aseguró.

Además, este oficio es una puerta de entrada para jóvenes rurales que buscan alternativas de emprendimiento. No requiere grandes inversiones ni mucho tiempo, pero sí genera ingresos atractivos.

“He visto casos muy bonitos, particularmente en los Llanos Orientales, donde padre e hijo hacen apicultura y se dedican a este oficio tan bonito, fortalecen los lazos y, finalmente, es el hijo quien comienza a emprender con la apicultura”, remató.


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